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jueves, 28 de marzo de 2024
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De esto y aquello

Nota 1565 - (4ª Época).

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Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.

Es curioso la cantidad de tiempo que ha pasado desde que gracias a la señora y señoritos podíamos en cualquier momento llegar a Caracas; y resulta, que no solo han pasado dos o tres años, sino que al cabo resulta que hace un cuarto de siglo que estamos en eso. Es decir veinticinco añitos más o menos que no avanzamos sino que marchamos para atrás y por suerte no hemos llegado a Caracas, al menos hasta ahora; y ese acontecimiento no ha sucedido gracias a los votos de los radicales del interior. Y sin embargo, parece ser que los radicales de por aquí y de la nación toda prefieren continuar encharcados en si va éste o va aquel y siempre por la capital y aledaños. Y nunca la discusión cae entre los tres o cuatro grandes que hay, y que sin duda, uno de ellos debería ir al sillón de Rivadavia, por poner una frase que nunca se ha dicho. Y sin embargo, por estas latitudes parece que no pasa nada.

Han preferido los hunos y los otros en aparente conclave tirar un añito más a las espaldas de los que de verdad trabajan y sufren y descalifican, y realizar las elecciones cuando es debido o toque, en vez de adelantarlas. Porque suponen y es sabido que va a perder el oficialismo. Pero el asunto pasa por el meridiano del altísimo porcentaje, o si por el contrario es bajo, otra vez las Cámaras quedarán al mejor postor. Como ahora que a pesar de la mayoría,no faltan los votos que se bandean al mejor postor, Sin embargo, el pueblo no merece ni lo que hay, ni la espera. Y en consecuencia es entre algo y la nada. Pero me decía hace unos días un radical que es para no comprometer las pautas democráticas; o algo así. Pues en tal caso habrá que llevarlos al oculista, porque si lo que hay es democracia, entonces yo soy el Bautista.

Sin embargo, de lo único que se habla y hasta aparece en los diarios es de los pobres y ya ni saben que cifra tirar; pues en el país de las mentiras, ni sabemos cuántos somos. Y eso en el país de las riquezas; que se dice pronto. Y sin ir más lejos hasta la CGT está asustada y eso que es del mismo paño aunque basto. Rechaza la candidatura de Fernández, se aleja de la Fernández pero no mucho que ya habrá momento; y ya que están no miran con buenos ojos al Masa. Y con razón la CGT está asustada porque le inquieta el vacío de poder; que la verdad no deja de ser inquietante; pero según mis amigos es para no atentar contra la democracia. Claro, que por otra parte, que van a pensar en el hoy, si no se ponen de acuerdo ni saben todavía, quienes son, ni a quien elegir.

Cabría también pensar que ya lo saben con cierta seguridad.Y parece que es de rigor que en estos asuntos de la patria no hay que decir nada hasta días antes de las urnas. Parece cosa del Diablo. Pero así sucede en infinidad de casos que hasta un rato antes no saben a quienes votar porque no avisan. También es cierto que desde hace años nadie tiene ideas ni ideologías a la hora de votar, y curiosamente, se trata de su futuro y el de los demás. O sea, se trata de la nación o de la patria, que mejor cabe, aunque sea un concepto sin asidero en los últimos tiempos. Pero de lo que parecen no darse cuenta es que un año en la vida a diario expectante y desesperante de cualquier habitante es la muerte o la vida. Claro la muerte en sentido figurado y la vida con poco para figurar. Y no para figurar con modelitos sino simplemente para vivir.

Pero cerca de la mitad de la población argentina son pobres y no están dibujados; son de verdad. Y al parecer lo único natural para estas gentes es contarlos y contar las boletas cuando es necesario. Y el mendrugo y a otra cosa. Causa vergüenza ajena que en Argentina pueda existir el hambre. Y cosa curiosa, se ha llegado al extremo que los causantes de tal desplante a la nación no sepan ahora como mantener el equilibrio para salvarse del desastre que se les avecina;que a esta altura de los acontecimientos no se trata de que pierdan, sino de algo peor, de que pierdan el domicilio. A esto, en definitiva, le tienen miedo. Y como el barco se hunde, y a pesar de las sirenas pidiendo socorro, nadie llega, y por si no bastare algunos o algunas dicen que no van. Pues eso, que hay que ajustarse el salvavidas y antes de que algún malvado asegure que los primeros en saltar del barco y todo aquello que le seguí y sigue.

Porque no van a estar y si van a estar los peronistas que vaya uno a saber que tienen en la cabeza, pero que al menos de entrada no van a ser de la señora; después Dios proveerá o el Diablo meterá el rabo. Como es habitual por estas pampas. Que estodo tan extraño que hace unos días un bolivarense repartía dones a diestra y siniestra y hasta centro por la pampa nunca mejor dicho. De manera que nadie sabe en que anda esto, aunque lo cierto que se está moviendo, y los radicales o lo saben todo y callan hasta nuevo aviso, o andan del bracete con quienes no deben, al menos de entrada, que después se verán necesidades y abrazos. De todas maneras, lo curioso pasa por el desmoronamiento del kirchnerismo y asociados, que como es habitual en estos asuntos, y de asuntos saben, sin duda, pues se verá cómo cambian la piel y que siga siendo la misma. O sea, lo usual cuando mucha piedra a la espalda.

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