En un nuevo aniversario del fallecimiento de Perón, el Partido Justicialista recordó el jueves a su líder con el depósito de una palma floral al pie del monolito a su memoria, en plaza Mitre.
No hubo acto, por la pandemia. Entre los pocos presentes, estuvieron María Laura Rodríguez, presidenta del bloque de concejales del oficialismo; el exdiputado Isidoro Roberto Laso y el juez de Faltas municipal, Franco Canepare, quien trazó para este diario una suerte de línea de tiempo de Perón, con sus diversas etapas y su legado.
Son cuarenta y siete años sin Perón, y con Perón: sigue siendo la figura más preponderante de la política argentina, aún en ausencia.
-Totalmente. Uno que ha comenzado de joven a militar, con catorce años, siempre su figura fue la que lo convocó a inmiscuirse en la política, tanto él como Evita, pero el peronismo es Perón, su doctrina, su filosofía. Uno comparte esos principios y también la gestión del peronismo, que revaloriza y toma como concepto histórico, para trabajar por eso en pos de que la Argentina logre en algún momento el desarrollo que alcanzó durante sus períodos de gobierno.
“La primera etapa será la más recordada, es el Perón fundador” ¿Sobre todo los dos primeros períodos en relación al tercero, o no hacés esa distinción?
-Cada gobierno de Perón tuvo una dimensión histórica diferente. La primera etapa será la más recordada, por el hecho de que realizó allí las grandes reformas legislativas, impulsó los grandes procesos de transformación de la sociedad a nivel de derechos. Fue el Perón fundador. Luego vino la proscripción, ese período en el que él no estuvo, un alejamiento forzado que produjo aún más fuerza en sus seguidores y los militantes para sostener sus convicciones. Más allá de que pasen los años, por algo hoy recordamos con mucho afecto y cariño todo lo que se hizo durante esos gobiernos peronistas. Lógicamente fallecido Perón hay líderes que han intentado alzar sus banderas, algunos han reflejado mejor que otros los ideales del peronismo pero lo importante es seguir sosteniendo sus principios y su filosofía, aunque muchas veces los representantes políticos no sean los que uno espera. Pero la historia juzga esos accionares, y los militantes y compañeros también.
El tercer Perón “no llegó a concretar lo anhelado” ¿El último Perón te hace algún ‘ruido’?
-Indudablemente la tercera gestión no plasmó el desarrollo que seguramente él pretendía, pero era también un país muy distinto al que había dejado. La presencia de los gobiernos militares había sido muy fuerte, el proceso de destrucción del peronismo durante todos esos años, el surgimiento del antiperonismo. Tuvo que sobrellevar todo eso, y al mismo tiempo generar un proceso de gestión de gobierno. Creo que no llegó a concretar lo anhelado. Los primeros meses de esa gestión, hasta su muerte, estuvieron enfocados en lograr esa unión que no se pudo conseguir.
El filósofo e historiador José Pablo Feinmann dice que la vigencia del peronismo se sostiene más en la virulencia del antiperonismo que en lo que el propio peronismo hace.
-El antiperonismo ayuda a sostenerlo vivo. Los que sentimos el peronismo y lo militamos, y lo hacemos público ya que uno no tiene por qué esconder sus ideales, lo vivimos en el día a día como algo lindo, disfrutamos el peronismo, trabajamos felices por su ideario; aquellos a los que nos ha tocado la función pública y el compromiso de hacer por el bien común y por generar cosas para la comunidad, en cada acción tratamos de expresar el ideario del peronismo. Los que no comparten esas ideas o no han sabido valorar los logros sociales del peronismo, lo viven de manera distinta y muchas veces se refleja en ese odio que todavía vemos en la sociedad, hacia gobiernos actuales pero con una reminiscencia de aquéllos.
El bombero de la historia Desde la perspectiva peronista, un peronismo que en los últimos años se ha tenido que constituir en el bombero de la historia.
-Exacto, nos ha tocado venir a sofocar los incendios generados por procesos políticos muy malos, que han dejado al país muchas secuelas, sobre todo vinculadas con el endeudamiento económico. Nosotros no endeudamos, venimos a tratar de solucionar el problema. Procesos extensos de negociaciones y renegociaciones, nos pasó en 2005 y hoy otra vez. Lógicamente esto requerirá mucho tiempo para poder pensar nuevamente en políticas públicas superadoras e integradoras que favorezcan al conjunto.
¿Qué diría Perón hoy, estaría orgulloso de este gobierno?
-Es difícil saber qué pensaría. Creo que es una coalición que ha logrado unir todo lo que se puede al movimiento en sus distintas vertientes, todas aceptables porque cada cual tiene su mirada y su forma de interpretar al peronismo. Hay distintos liderazgos, pero lo importante de este gobierno es que logró amalgamarlos, contenerlos dentro de una coalición que está firme y que así debe seguir, porque es la única manera de alcanzar los propósitos que nos propusimos en 2019. Eso es algo que Perón vería bien, justamente para ir en contra de ese antiperonismo que también es muy fuerte en la Argentina.
Chino Castro.
