El viernes 15 de julio, el Comité Radical de Bolívar abrió sus puertas para recibir allí a más de un centenar de afiliados y simpatizantes que, en el marco de una tallarinada, asistieron al virtual lanzamiento de la precandidatura a intendente de Juan Carlos Morán, de cara a los comicios que se vivirán en 2023.
Fue una noche embebida en la tradicional liturgia radical, esa que se puebla de boinas blancas y que encuentra su música preferida en la marcha que insta a ir hacia adelante sin cesar, apelando a la memoria de sus próceres.
El hall principal de la vieja casona de la avenida San Martín se llenó de mesas y sillas que se fueron poblando de adherentes y, muy cerca de las 22 horas, se comenzó a cenar por el trabajo en la cocina de un grupo de afiliados. Allí se notó el primero de los símbolos que decían que no era una cena más: los cocineros, ataviados con delantales con la inscripción “Morán intendente” dejaron bien en claro que la noche era propicia para que Juan Carlos se anotara primero en la línea de largada, apuntando con sus cañones militantes hacia la municipalidad, una especie de obsesión política del combativo ex diputado que entiende, ahora sí, que ha llegado su hora.
Caras históricas del centenario partido se sumaron a otras tantas de jóvenes que aportan su militancia en las filas de Morán, compartiendo un espacio que servirá de plataforma de lanzamiento al trabajo “cuerpo a cuerpo”, recorriendo la ciudad con sus barrios y las localidades del interior del partido, tal como prometió el propio Juan Carlos a la hora de las palabras.
El presidente de la UCR local, Daniel Salazar, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes pero antes que ello se produjo el ingreso al salón de Alfredo Eulogio Carretero, el primer intendente bolivarense de la democracia y a esta hora convertido, sin dudas, en un prócer local del radicalismo. Fue recibido con emoción por los asistentes y esa misma emoción se reflejó en el rostro del urdampilletense que, agradecido, fue a compartir la mesa principal con Morán.
Los concejales Andrés Porris y Luciano Carballo Laveglia hicieron uso del micrófono para explicar a los asistentes el trabajo que vienen realizando desde el Honorable Concejo Deliberante, tarea que comparten, entre otros ediles, con Marichu Goyechea, quien también se encontraba presente en la cena de lanzamiento. Por su parte, la referente pirovanense Griselda Cardoso saludó asimismo a sus pares asegurando su participación en la movida militante que se avecina.
UN APOYO QUE VALE MUCHO
El momento más esperado era el de los discursos principales. Entre ellos el de Alfredo Carretero, quien ocupó su espacio para aportar algunos consejos de cara al trabajo militante que se viene y desgranar un par de anécdotas, de las muchas que aquilata tras su dilatada trayectoria como hombre del radicalismo bolivarense y especialmente vinculadas con el camino que lo llevó a ocupar la intendencia en 1983, el año de la recuperación de la democracia en Argentina.
Sobre el final de su alocución hizo referencia a un niño curioso que escuchaba por entonces con atención a los mayores que actuaban en política. Ese niño era Juan Carlos, dijo Carretero, quien ya en esos tiempos se interesaba por esos asuntos. “Quizás haya llegado el tiempo de que sea yo quien deba ahora mirarlo a él conducir los destinos de Bolívar desde la Municipalidad”, puntualizó dejando a los presentes la seguridad de su apoyo a tal candidatura.
Morán fue el último orador de la noche. Su palabra fue seguida con atención por los asistentes, que interrumpieron con aplausos en varios pasajes. Juan Carlos instó al trabajo de cara a 2023 y puso énfasis en la necesidad de generar equipos para desmenuzar proyectos e ideas ejecutables una vez arribados a Belgrano 11. Aseguró que ha llegado el tiempo para que la UCR recupere el mando municipal y que habrá que ser muy creativos para resolver los problemas que se heredarán.
La tallarinada fue la excusa. Juan Carlos Morán hizo su lanzamiento. Llegó primero a esa instancia y ya está en las calles visitando gente y recogiendo inquietudes. Habrá que ver si esta acción lo lleva a conseguir otras adhesiones de líneas internas de la UCR local. Lo cierto es que también marcó de este modo la línea de largada de una carrera proselitista de largo plazo que tendrá final en las elecciones generales del año que viene.
