La segunda ola de contagios ha alcanzado sitios inimaginables. Desde los más graves, como el lamentable aumento de casos en todo el país e incluso el fallecimiento de familiares, amigos y gente cercana a cada uno de nosotros, hasta otros que -en relación a aquellos- son mucho menores pero hacen también al estado de tristeza en el que nos ha envuelto esta pandemia. Entre estos últimos casos destacamos uno que nos pareció interesante y que pinta a las claras la gravedad de la situación por la que atravesamos. Aunque intentemos por todos los medios alcanzar en la medida de lo posible el modo de vida que teníamos antes del Covid, el virus por ahora se está imponiendo y no permite que eso suceda. En Saladillo, un espectáculo del deporte motor fue cancelado por las autoridades municipales cuando gente de la región ya estaba instalada en el circuito. Así lo explicó la gente del KSB, la categoría que iba a disputar las competencias en la vecina ciudad bonaerense:
“Este fin de semana teníamos fecha programada en Saladillo. Desde el club y la categoría se presentaron todos los permisos y seguros para que la competencia se realizara, desde provincia habían autorizado cuatro personas por karting y se decidió habilitar sólo tres para reducir los riesgos. La gente del club trabajó e invirtió tiempo y dinero durante semanas para que todo salga a la perfección; la categoría hizo lo mismo desde su lugar, el predio ya tenía casi todos los pilotos instalados y los que no estaban instalados iban en viaje, pero… A las 13.30 horas aproximadamente (hora en que la actividad estaba a punto de comenzar) gente del municipio llama al presidente del club para decirle que no podía realizarse el evento. Esa misma mañana se había reunido el comité municipal para suspender la carrera; no llamaron a ninguna autoridad del club ni del KSB para invitarla a concurrir a dicha reunión, sólo llamaron para comunicar la suspensión. Ante semejante disparate nos acercamos desde la categoría y el Club hasta el municipio para tratar de revertir la situación y nos plantearon 2 ó 3 situaciones por las que habían decidido suspender. A cada una de esas situaciones planteadas, entre la categoría y el club se les dio solución, pero la gente del municipio (secretario de Deportes y secretaria de Gobierno) nos respondió que ya era tarde para reunir nuevamente al comité de emergencia…
Incrédulos ante semejante respuesta tuvimos que salir hacia el circuito a comunicar tamaña noticia. Del municipio no se acercó nadie, sólo dimos la cara los que conformamos el KSB y la gente del Saladillo Automóvil Club.
Nuestras más sinceras disculpas a todos los pilotos que se acercaron, equipos completos y preparadores particulares. Lo que debería haber sido una fiesta terminó en el peor día en la historia del KSB, sin precedentes debido a semejante mal manejo desde las autoridades municipales, no sólo por el enorme gasto de todos los involucrados sino por el tiempo y la mala sangre de todos ellos. Saludamos a todos y nuevamente les pedimos disculpas por el mal momento”.
