La conducta penal de Sergio Andrés Montiel, acusado de haber matado a un jubilado en su casa para robarle un magro botín, comenzó a ser juzgada el lunes ante un juicio por jurados que se realiza en los Tribunales de Azul. El hombre llega al debate penal imputado del delito de homicidio en ocasión de robo, agravado por la alevosía.
La fiscal Julia María Sebastián, investigó en forma inicial el homicidio de Juan Carlos Salguero, ocurrido el 16 de octubre de 2018 en una vivienda ubicada en Av. Mariano Unzué donde vivía la víctima, de 85 años. La magistrada procesó a Montiel por el delito de homicidio y envió la causa a juicio. La querella está siendo representada por la doctora Laura Margaretic, quien se encuentra reemplazando a la fiscal bolivarense en este debate.
El juicio se está desarrollando en el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 con asiento en el Palacio de Justicia de Azul y cuenta con la intervención de un jurado popular, que está integrado por doce ciudadanos que deberá declarar “culpable” o “no culpable” de este homicidio a Montiel, que actualmente se encuentra privado de su libertad en una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El homicidio
El cadáver salvajemente masacrado a golpes de un anciano apareció en el interior de la vivienda que habitaba el octogenario, en un suceso de violentas características que se registró en la noche del 16 de octubre de 2018.
El jubilado Juan Carlos Salguero y su victimario, Sergio Andrés Montiel, se conocían desde hace muchos años y si bien algunas personas manifestaban que había una amistad entre ambos, el vínculo era tortuoso y traumatizante.
Montiel, un ex convicto de Sierra Chica, que por casualidad había aterrizado en el barrio La Portada de esta ciudad, después de cumplir una condena por una aberrante violación, se aprovechó de la generosidad de su vecino y estableció una relación. En octubre de 2016, dejaron de verse, poco después de que el abuelo sufriera un brutal ataque por parte de un ladrón que entró a su casa para robarle un viejo televisor.
Juan Carlos Salguero, ni bien se recuperó de las heridas recibidas en su rostro perpetradas con una llave de mano que utilizó el malhechor, se radicó en Córdoba en la casa de su hija pero seis meses más tarde, decidió volver a Bolívar y arrendar una precaria vivienda, ya que la suya había sido alquilada.
Cuando Montiel tuvo noticias de su regreso, volvió a acercarse al anciano, durante la investigación se conoció que siempre estaba drogado o alcoholizado y le exigía dinero al octogenario. Incluso, ya había logrado quedarse con un viejo Renault 12 que el parquero tenía en arreglo, llevándoselo a su casa bajo engaños.
El 16 de octubre del año 2018, las cosas se precipitaron fatalmente. Antes de las 10 de la mañana, Salguero, fue a la oficina local de la Anses donde percibió un micro crédito de sólo 5000 pesos. Hizo unos pagos en uno de los almacenes del barrio y se quedó con menos de la mitad. Después, vecinos lo vieron entrar a su casa junto al asesino y fue la última vez que lo vieron con vida.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes en su momento, en la noche del 19 de octubre de 2018 los vecinos de Salguero denunciaron que hacía varios días que no lo veían, finalmente apareció fallecido en el sector de la cocina (que también era utilizada como comedor) y se estableció que presentaba al menos tres golpes aplicados en la región de la cabeza, a la altura de la nuca y que le provocaron la fractura del cráneo. Esa noche la policía encontró un martillo que el asesino dejó en la pileta de la cocina.
Oficialmente se supo que la muerte de Salguero ocurrió el martes 16 de octubre, fecha que brindó el área de Científica al servicio de Sepelios de la Cooperativa Eléctrica.
Montiel fue aprehendido el sábado 20 de octubre y las pericias confirmaron que al ser examinado después de su aprehensión presentaba una clara hinchazón en sus manos, una uña rota y varios rasguños.
Los investigadores creen que el propósito que llevaba le costó más de la cuenta y que se sorprendió con una resistencia inesperada. Por eso, sin el botín que buscaba, apenas unos 2000 pesos, le destrozó el cráneo de tres martillazos al abuelo y las cámaras del gobierno municipal lo reflejaron cuando salía de la vivienda, prueba fundamental junto al ADN y al resto de la uña del asesino que se encontró en el domicilio del hombre fallecido. Pruebas fundamentales para que hoy Montiel esté detenido y que lo llevara al juicio que esta semana se está realizando en los Tribunales de Azul.
