Diario La Mañana. San Carlos de Bolívar +54 9 2314 53 5776

viernes, 19 de abril de 2024
17.9 C
San Carlos de Bolívar

Columnista: De esto y aquello – Nota 1506 (4ª Época)

Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.

- Publicidad -
- Publicidad -

Lo absurdo de Argentina es que una sola persona tenga  en vilo a cuarenta y dos millones de argentinos, y lo más curioso es que los jueces la amen y den luz verde a todos sus caprichos, que al cabo siempre atentan contra el Estado;que curiosamente se corresponde con cuarenta y dos millones de argentinos. Lo absurdo de Argentina es que después de la derrota se desmorone y se parta el oficialismo en tantos trozos que es difícil contarlos  y sobre todo encontrar linajes. Lo curioso es que adictos y no tanto,quieren sacarse de encima el lazo de esa persona, pero no aciertan con el nudo, producto de tanto entrevero; o sea, que lo pusieron tan fuerte que ahora y con la cantidad de dividendos que da por día, nadie quiere ser el primero en consumar la patada inicial. Lo absurdo de Argentina es que quienes han ganado las elecciones se fraccionen al día siguiente por la inmoralidad de media docena de topos puestos ahí, y que la mayoría de los votantes ni los conocía ni sabían que pitos tocaban en las listas.

Aunque si lo sé,al igual queuna mayoría que piensan lo mismo. Llevo por lo menos ocho años escribiendo que el futuro de la Argentina pasa por los radicales, y resulta que ahora cuatro o cinco vivillos que las van de personajes y solo son personajillos y soberbios, pero que habían constatado que es cierto, en consonancia con lo que decían algunas estadísticas  sobre el triunfo, que nunca salen publicadas,pero se sabía desde meses atrás, da pie para atar cabos de los buenos y de los malos; y guiados por esa estrella y suponiéndose los salvadores de la patria, aunque Mesías hubo uno solo, arman y juegan con ciertos personajones escondidos y traen del cabestro media docena topos envanecidos y envalentonados e insolventes en cuidados patrióticos, cuyo papel debía ser -y continúa-  romper desde el primer día al radicalismo.

Y ahí están ahora, como frenados, en dique seco, calafateándose, pero claro, tienen un morro que se lo pisan,y ya volverán a vociferar cuando se lo pidan o les salgan de sus narices.O sea, lo que he escrito mil veces y no soy politólogo,que el radicalismo no puede ir junto a quienes les dejan de lado, estando por encima de ellos en múltiples facetas de la faena diaria y de la que viene; y mucho menos debe estar con quienes les anudan piedras en el cuello para mejor hundimiento. O en su defecto para que navegue despacio y con las velas rotas. No más arriba de la línea de flotación.   Deberían ir solos por fuera, o bien,con total libertad por dentro  y votar, como es de suyo, aaquellos con quienes de  verdaddeba votar; y no meterse  en otros horizontes colmados de nublos. Y por supuesto, arrancar el mal de raíz.

Echar a patadas a los que desde dentro quieren echar a perder la ética de una trayectoria  y las de dos docenas de hombres éticos que tiene el radicalismo, que han de servir para cambiar lo mucho o lo poco que se pueda cambiar en dos años; o al menos frenar a los jodidos y dar al público sus nombres. Tienen una trayectoria política de peso y hombres y mujeres de bien que saben que hay que hacer para marcar el son y los otros bailen con él; no al revés.Y lo curioso, que era de esperar, al menos desde lo que vengo anunciando al respecto. A mí no me llama la atención que en momentos inoportunos para el país devengan en tristementeoportunos y les dé por irse a Disneylandia o concurran a un casamiento en Alemania. Y eso es lo que se ha de ver de continuo. Y por si no bastare,sucede que entre los topos siempre hay alguno que se creeRichelieu, Rasputín o el Conde-Duque de Olivares y por supuesto, no les llegan ni al empeine, pero ahí están desde hace más de medio siglo tejiendo y zurciendo envidias y embelecos porque su papel patrio es en el momento oportuno urdir y enredar y embarullar  en contra de lo que quieren las mayorías.

En consecuencia, el resultado cantado no es otro que estafar a las gentes. Creen fascinar pero solo engatusan.Sin embargo, fascinante sería echar al ruedo un plan económico e incluso plebiscitarlo. ¿Qué haría Usted en caso de ser presidente? ¿Y por qué no se lo dice a los argentinos?¿A qué tienen miedo?Porqué el radicalismo  no dice y grita cuanto debe valer hoy el dólar. O hasta cuando tanto bucólico; de pacotilla, claro.Y por si fuera poco parió la abuela. A los intendentes empezando por los fabricantes de pobres les ha dado porque quieren ser intendentes de por vida. Quieren trabajar de alcaldes, a destajo, que se vive muy bien entre la gente que los ha visto nacer aunque eso ha pasado a la historia pues son de cualquier lado y ahí están sin que lasgentes den su palabra y se expiden congresos y cortes. Que las aberrantes excrecencias humanas quedan muy simpáticas en Argentina.

O sea, al parecer hombres y mujeres que no tienen por qué ser elegidos; pues son los elegidos. ¿Y con esta tropa se va a construir una Argentina que silencie las risas de los extranjeros? Hay que ser desvergonzados siempre viviendo de las opulentas ubres estatales. Y hay que ser desvergonzados cuando a poco que se escarbe en sus trayectoria no puede sostener una ética atrapante y contagiosa, y muchas de ellas son hasta obscenas. La mayoría no han servido ni van a servir, y pretenden esa locura en democracia. O sea que estos tunantes se pasan por bajeras los ayuntamientos que son nada más y nada menos que los fundamentos de la democracia.  Argentina no necesita estos delegados del diablo sino hombres y mujeres que devuelvan el orgullo a la Argentina y a cada uno de los argentinos.

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

Más Leídas

Edición Impresa

- Publicidad -
- Publicidad -
spot_img
spot_img