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jueves, 28 de marzo de 2024
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Columna de Cine: John R. Leonetti: Annabelle (2014)

Colaboración Ariel Dadante.

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Continuando con el mes de terror en la columna del diario, hoy es el turno de Annabelle, la muñeca inánimada y poseída que nos ha perseguido en nuestros sueños. El film se ubica dentro del universo de El Conjuro, donde tuvo su primera a aparición, y logó tener su propio film por el gran recibimiento del público. Tanto la muñeca como la trama que nos cuentan están basadas en hechos reales, aunque la Annabelle de las películas nada tiene que ver con la original. Esta fue creada por el estadounidense Johnny Gruelle, y se llamaba Raggedy Ann.

La muñeca Annabelle comenzó a dar muestras de sucesos paranormales en 1970, cuando su dueña la encontraba en diferentes posiciones o junto a mensajes que no tenían ningún sentido. Cada vez la cosa iba a más, por lo que se pusieron en contactos con médiums y curas, hasta que finalmente decidieron deshacerse de la muñeca, la cual se encuentra en el museo del ocultismo de los Warren.

Los esposos Warren descubrieron que el juguete no estaba poseído por el espíritu de una niña sino de algo más demoniaco. Por tanto, una vez resolvieron el caso decidieron llevarse la muñeca a su casa. Aunque en la película Anabelle es una muñeca de porcelana, en la vida real la muñeca es de trapo. Para la película decidieron fabricar dos versiones de Annabelle. La primera de ellas mostraba a la muñeca nueva, prácticamente intacta.

Por su parte la segunda versión es más oscura y con un aspecto más peligroso. Esta segunda muñeca es la que aparece en escena cuando suceden los eventos paranormales. Además parte del equipo de reproducción tenía rechazo hacia la muñeca, debido a que tenía el tamaño de un niño y su rostro era muy expresivo. Hemos hablado muchas veces de las peículas malditas y sus hechos paranormales alrededor del rodaje, y esta no fue la excepción.

Vamos a llamarlo casualidad. Uno de los días de rodaje, el actor que interpreta al demonio de Annabelle estaba esperando en uno de los pasillos cuando se acercó a él otro compañero del reparto. En ese momento una de las lámparas se soltó y casi cae sobre la cabeza de este actor. Lo curioso o casual de este hecho, es que el personaje al que interpretaba moría en la película al tirarle el demonio a la cabeza una lámpara.

Los protagonistas de “Annabelle 2” tenían tanto miedo de rodar la película, en especial la actriz Stephanie Sigman, quien interpreta a una monja, que él solicitó la presencia de un sacerdote para bendecir la locación de la filmación. Sigman, incluso, pidió que rociaran con agua bendita la muñeca. Terror por doquier. Deberían saber que el film aterró a todos los actores cuando vieron una primera versión del proyecto.

Si causó ese pavor faltándole algunos efectos especiales y técnicas de post-producción. Cuando llegó a las salas con sus efectos completos, el público quedó aterrado. Volviendo al pasado. Para conseguir la apariencia perfecta para la Annabelle del film, el equipo observó cómo lucía la versión futura de la muñeca en El Conjuro y empezaron a trabajar hacia atrás, removiendo imperfecciones hasta conseguir una imagen tan nueva que da más miedo que la envejecida. Annabelle, recaudó en el mundo US$ 256.8 millones y por esa razón Warner Bros decidió continuar la historia.

La saga de Anabelle 2 tuvo un presupuesto de $15 millones pero logró reunir US$ 37,1 millones en su fin de semana de estreno. Una franquicia que pudo trascender a la original.

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