Ramiro Amado, técnico del programa Pro Huerta de la Agencia Regional de Extensión Rural INTA Bolívar, dio detalles de la charla técnica y de la entrega de semillas de la temporada otoño-invierno que se realizará el próximo lunes 13 de marzo a las 14 horas en la Biblioteca Rivadavia ubicada en Las Heras 80. Cultivos de temporada, manejo de siembra y producción de semillas serán los temas principales que abordará el disertante de la propuesta.
El programa PRO Huerta es un programa del Ministerio de Desarrollo Social y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que nace a comienzos del año 1991, donde se busca llegar a todas aquellas familias que sientan la necesidad de alimentarse en forma sana y a su vez producir sus propios alimentos.
El objetivo central del programa tiene que ver con fomentar y acompañar el desarrollo de huertas orgánicas familiares y comunitarias, con la mirada puesta en mejorar la alimentación y la calidad de vida de los vecinos, impulsando procesos educativos que tengan como objetivo el cuidado del ambiente y la seguridad alimentaria.
El profesor Ramiro Amado, responsable del programa Pro Huerta en la Agencia INTA de Bolívar en conferencia de prensa contó “este programa tiene ya treinta y tres años y es importantísimo decirlo porque es un programa de una política pública del Estado que nació en el 91 y sigue vigente en el día de hoy y gracias a todas aquellas personas que valoran hacer las semillas, de plantarlas en cualquier espacio de tierra que tienen”.
“Los espacios fueron variando porque antes se hacían huertas en un espacio de cien metros cuadrados y hoy tenemos en macetas, verticales, cajones, en cualquier cuadradito de tierra que uno pueda. Pasamos de las huertas que hacían nuestros abuelos a gran escala para alimentar a toda la familia y hoy ya estamos en huertas que son más chicas como para alimentar solamente el núcleo familiar directo y ya no hay solamente abuelos horticultores, sino que cualquiera”.
Fueron variando las huertas y las edades de los horticultores…
– Tenemos desde los más chiquititos que después de once años de estar trabajando en mi caso en el programa PRO Huerta me he focalizado mucho en trabajar con instituciones educativas y creo que gracias a esa presencia se genera hoy en día que tenemos muchos chicos de veinte años, muchos jóvenes que están viniendo a buscar las semillas, entonces la franja etaria va desde pre escolar hasta jubilados.
Según tus conocimientos ¿qué conviene las semillas o los plantines?
-Ante la situación que estamos manejando se hablará de estos temas, de cómo influyen las cuestiones climáticas en diferentes aspectos de nuestra huerta y qué conviene hacer sí sembrar en directo o hacer plantines. En PRO Huerta creemos que cada huerta es distinta más allá de lo que nosotros podamos dar que son lineamientos generales y hablamos de rotación y asociación de cultivos y ahora tenemos que agregar que se hagan plantines cada quince días en almácigos, bandejas, en distintas tandas, dejando un espacio entre medio para sembrar dentro de quince días en directa y es ir permanentemente comparando cómo se comportan cada una de las huertas. También haremos hincapié en el tema de las plagas porque cada vez se están viendo más, se ven arañuelas, chinches.
En las charlas generalizamos y podemos llegar a la mayor población posible con las consultas que vienen, socializando lo que le pasa a uno u otro y hay gente que lo ha resulto y otra que no.
¿En la charla van a estar entregando semillas también?
– Como siempre haremos la entrega de semillas que nos llegaron de la temporada otoño-invierno. Las semillas que se entregan son las que se adecuan o se adaptan a este momento de siembra.
¿Cuáles son las variedades qué se van a entregar?
– En Bolívar en esta época se dan re contra bien las variedades de hojas y las colecciones que tenemos son para todo el año. Cuando hablamos de otoño – invierno son porque se adaptan al clima frío para sembrar, pero lo que es hojas se puede sembrar todo el año casi, salvo la espinaca que anda mejor con un golpe de frío, entonces conviene sembrarla en junio. Las habas conviene sembrarlas también cuando hay frío y las arvejas pasado el mes de abril. En el caso de la cebolla o el repollo, lo ideal es hacer los plantines en los almácigos en febrero o primera quincena de marzo porque tienen un ciclo largo y germinan bien con una buena temperatura del suelo.
¿Para las localidades del interior cómo será la capacitación y entrega de semillas?
– En las localidades del interior que son Paula, Unzué, Hale, Urdampilleta y Pirovano siempre las semillas se entregan a través de promotores que nos ayudan. En Pirovano a través de Mariquita Luna, Liliana Flores y Cecilia Cuello; en Urdampilleta entrega Nélson Fraile, Marta Zurdo, Estafnía Doorich y en el Centro Complementario que nos dan una mano para llegar con las semillas a la mayor cantidad de gente posible En Paula entregan Damián González y Soledad San Andrés. En Unzué a través de la Escuela Primaria y el Jardín y quiénes se ocupan son Claudia Sabattoni y Patricia Reyes y también Julia Ledonis en Unzué que se sumó como promotora para llegar a aquella población que no está ligada a la escuela. En Hale la entrega la hace Soledad Escanabino y Hernán Urrutia y las familias de las escuelas que vienen a través de Villa Sánz o de otras zonas y a veces también se entregan en las escuelas de Hale. En Ibarra entregaremos en la salita que en estos momentos está abriendo dos veces por semana y los días que esté la enfermera la gente puede ir a retirar.
¿En los Centros de Atención Primaria también van a estar este año?
– En las salitas de los barrios también se entregan todos los años. Las semillas estarán disponibles a partir de la semana que viene, después que hacemos la charla dejamos las semillas en todas las salas y las enfermeras y administrativas de las salitas son las que se encargan de contactar a la gente para invitarlas a la charla y entregarles las semillas.
¿Año a año se entregan más semillas o la gente se guarda las propias?
– Suceden las dos cosas porque después de la Pandemia hubo una explosión porque la gente estaba en la casa y empezó a hacer huertas y a mover la tierra donde sea y eso fue muy bueno porque ahí hizo que hubiera contacto generacional en las familias donde todos metían la mano y eso se mantuvo. Siempre estamos en las cuatrocientas familias en invierno y en seiscientas cincuenta en primavera verano. También hay muchas familias que van produciendo sus propias semillas que es algo que también recomendamos siempre porque no hay mejor semilla que la que hacemos nosotros y la que nos sale en nuestra huerta porque se va fortaleciendo con las características locales.
