El dramaturgo y militante peronista Duilio Lanzoni puso de relieve que Néstor Kirchner sintetizó “un nuevo peronismo”, el del primer Perón “pero adaptado a los nuevos tiempos”, y que con su gestión presidencial “acabó con el pensamiento hegemónico del fin de la historia e insufló un aire nuevo con el ingreso de la juventud a la militancia y la política”, aptitudes que, junto a otras, lo transformaron en “catalizador, parteaguas y nave insignia de los mejores momentos de este siglo para las clases populares”. Y que el propio NK consideraría al actual gobierno como un digno heredero del suyo, “fundamentalmente porque la vice es Cristina”.
¿Qué representa Néstor Kirchner para la política argentina y continental, y qué para vos en lo personal?
– El comienzo de siglo vino de augurios en toda la América del Sur. Con Hugo Chávez como pionero, Néstor vino a significar unos de los eslabones más fuertes de la cadena de la Patria Grande que tuvo a Argentina y Brasil como bandera del cambio de paradigmas.
Así como en el continente a nivel local significó la síntesis de un nuevo peronismo que era el del primer Perón pero adaptado a los nuevos tiempos. Además significó la cohesión de la miríada de fragmentos en que el campo popular estaba dividido después de la cooptación liberal del peronismo de la mano de Menem. Yo transitaba en la deriva de uno de esos tantos fragmentos. Resistiendo nomás, en soledad -muy concurrida de otras fragmentos, por cierto- pero sin organicidad y sin rumbo. La irrupción de Néstor y Cristina (en el 2003 lo voté porque me llamaba la atención ella en el Senado) reconfigura todo el mapa de la política nacional, acaba con el pensamiento hegemónico del fin de la historia e insufla un aire nuevo con el ingreso de la juventud a la militancia y la política. Es un catalizador y un parteaguas, a la vez que la nave insignia de los mejores momentos vividos en este siglo para las clases populares.
¿Cuáles fueron las medidas más emblemáticas de su gobierno, las que le dieron su adn al kirchnerismo?
– Creo que el conjunto de medidas dan el ADN, porque expresan un corpus ideológico de gran coherencia y, en general, unas medidas responden a otras. Siendo claros, no se puede llevar una política de juicios contra los crímenes de lesa humanidad, si primero no reformás la Corte Suprema. Pero en tren de elegir me quedo con el pago y la salida del FMI, todo lo atinente a los Derechos Humanos y la permanente búsqueda de llegar al famoso Fifty/fifty con, por ejemplo, la restitución de las paritarias. Para muchos jóvenes las paritarias están naturalizadas, no recuerdan o no saben que no existieron durante bastante tiempo, durante la hegemonía neoliberal.
¿Qué creés que hubiese cambiado para el kirchnerismo y para el país con él aún entre nosotros; qué hubiese podido aportar en los tiempos posteriores a 2010; qué cosas hubieran sido diferentes?
– Es contrafáctico y especulativo. Responder eso es casi como el estribillo de los setenta: Si Evita viviera sería Montonera. Es una expresión de deseos en todo caso. Creo que lo más concreto es que la alternancia entre él y Cristina en el ejercicio de la presidencia nos hubieran evitado estos 4 años de retrocesos y pérdidas. A partir de allí podemos imaginar otros escenarios. Una realidad alternativa casi.
“NÉSTOR TENDRÍA CLARO QUE CRISTINA ES PARTE SUSTANCIAL DE ESTE GOBIERNO”
¿El actual gobierno es un digno heredero del suyo, él estaría conforme?
– Seguramente. Por dos motivos básicos: porque Alberto “creció” políticamente a su lado y lo demuestra en cada cosa que dice, pero fundamentalmente porque la vice es Cristina. ¿Cómo no va a estar conforme con el diseño y armado que su compañera de toda la vida ha hecho? Tendemos a olvidarnos de que Cristina es parte sustancial de este gobierno, yo creo que Néstor lo tendría más que claro.
“LA MAYORÍA DE LOS QUE LO ODIAN FUERON BENEFICIARIOS DE SUS POLÍTICAS”
¿Se lo recuerda como se merece?
– Creo que sí. Siendo tautológicos, lo recordamos como merece los que lo recordamos como merece. Después está la cohorte de odiadores. No sé y no me preocupa como lo recuerdan aunque seguramente, la mayoría de ellos fue beneficiaria directa de sus políticas. Pero el anti es más fuerte. Que lidien ellos con ese problema. Chino Castro
