Las diputadas nacionales de la Coalición Cívica, Marcela Campagnoli y Mónica Frade, llegaron el sábado al caer la tarde a nuestro stand ruralista de la mano de Marichu Goyechea, principal referente de esa fuerza política en Bolívar, quien no dudó en calificar la visita de las legisladoras, como “una visita de amigas”, ya que siempre que necesitó de apoyo para su tarea, en este caso como concejal del distrito, “han estado dispuestas a hacerlo”.
Participamos de un diálogo periodístico muy rico, presidido por el hablar claro y sin caer en lo “políticamente correcto”. Nos sorprendieron anticipándose en el terreno de las preguntas en una fructífera “inversión de roles” durante la cual ellas entrevistaron y nosotros, los periodistas, resultamos entrevistados.
Es que, como corresponde a parte inescindible de sus tareas en la Cámara de Diputados de la Nación, una de sus misiones es estar cabalmente informadas de las particularidades, dificultades y posibilidades de desarrollo de todas las actividades que, en conjunto, dan forma al escenario económico-social del país. En este caso se interesaron por nuestra labor específica como medio de prensa local. Estos tópicos dieron inicio a la charla que se extendió por espacio de una hora.
También estaban presentes en el encuentro el concejal Ariel Alomar, del PRO, el presidente de la UCR local Daniel Salazar y el ex diputado Juan Carlos Morán, entre otros integrantes de una nutrida comitiva que acompañó el recorrido que las diputadas hicieron por la exposición durante toda la tarde y que quiso marcar de alguna manera un punto de fortaleza de la alianza Juntos en Bolívar.
Marcela Campagnoli ya había estado en Bolívar en más de una oportunidad, en el marco de su trabajo legislativo como impulsora de dos proyectos que alguna vez deberán ser leyes en el país, como son los de “ficha limpia” y “boleta única” y Mónica Frade es una combativa militante del “contrato moral” que propone Elisa Carrió, a quien viene acompañando como abogada personal desde hace muchos años y participando en casi todas las denuncias por corrupción que Lilita ha presentado en la Justicia. Por eso la primera pregunta fue hacia ella.
¿De qué ha servido el permanente discurso de Carrió en pos de la recuperación de valores morales en un país que recurrentemente descubre nuevas fórmulas y nuevos actores de la corrupción?
“Ese discurso marca los momentos. Si algo la caracteriza a Lilita es eso, ser la dirigente que mejor marca los momentos históricos y siempre a tiempo. Eso permite predecir lo que puede ir pasando. Lilita es una muy buena estratega, que es lo que se le respeta más allá de su formato que a veces molesta incluso dentro de Juntos por el Cambio. Pero todos le reconocen eso y nosotros muchas cosas más, como la valentía, el hacer cosas que no siempre la dejan en un ámbito de confort. Son valores que hay que seguir reivindicando en la política”.
Últimamente Carrió ha apelado a la figura de la “no violencia” para defender la paz social. ¿Qué es lo que está prediciendo entonces?
“Que vienen tiempos violentos. En el discurso oficialista de la no violencia está encubierta la violencia al acecho. Nos están acechando con violencia los dirigente máximos del oficialismo, advirtiéndonos qué es lo que nos va a pasar si la Justicia sigue su camino y determina la responsabilidad que pueda tener la vicepresidenta en los hechos que se investigan. Ya nos dijeron qué va a pasar, vienen calentando motores y nosotros tenemos que tener una agenda propia, acordada por todas las fuerzas políticas, no subirnos a los discursos que todos los días nos plantean para que no tratemos los temas acuciantes del país. Yo estoy hoy en Bolívar viendo gratamente la parte productiva y cómo esa fuerza productiva tiene que estar luchando incluso con acciones judiciales para que lo dejen producir. Vengo del Conurbano bonaerense donde no sabemos lo que es la producción. Soy de Quilmes, una ciudad que era muy industrial donde no ha quedado nada. Hoy solo existe la figura del changarín. Por eso ver esta fuerza productiva hoy en Bolívar, que además lucha contra impedimentos es conmovedor”.
Parece una especie de milagro que en este contexto económico y luego de la pandemia que dejó secuelas graves para la economía de las empresas, esto sea posible…
Marcela Campagnoli: “Sí, porque además hay que sumarle todo tipo de piruetas que hace el gobierno, engañando a un sector que no se deja engañar, estableciendo un tipo de cambio que beneficia a unos en perjuicio de otros. Ganó el más vivo, el que no liquidó y el que liquidó antes porque necesitaba hacerlo se perjudicó. Yo estoy convencida que el sector del campo es el más importante para Argentina. 6 de cada 10 dólares que hay en el Banco Central los produce el campo; es el sector que más invierte porque lo que gana lo pone en maquinarias, en tecnología, etc.
Hay que sacarle la pata de encima, sin dudas. Por algo somos el único país de la región que tiene retenciones. Es el único país de la región que teniendo todo para ser número uno a nivel regional establece retenciones. Y por eso tenemos hoy menos exportaciones que Paraguay, Uruguay, Brasil. La gente de campo tiene en el ADN la producción. Va a seguir produciendo aunque las cosas salgan mal. Gracias a Dios nacieron con eso, aman lo que hacen y siguen siendo el futuro de Argentina. Por eso esto emociona y es una perla dentro del país, una bocanada de oxígeno que hay que ayudar desde el Congreso para de una vez eliminar retenciones que hoy son meramente ideológicas”.
Campagnoli ve un futuro optimista para el país “si nos ordenamos”, si el gobierno actual deja de “poner palos en la rueda y si nosotros también evitamos caer en errores cometidos”. La diputada acepta que durante el gobierno de Macri se cometieron errores que no deberían repetirse en caso de volver Juntos a dirigir los destinos nacionales luego de las elecciones del año que viene.
“También es cierto que se hicieron muchas cosas bien que hay que recordar, asegura, se abrieron 200 mercados nuevos para nuestros productos, nos volvimos a instalar en el mundo, empezamos a tener otros socios que no son Irán, China y Venezuela, hubo una política de Estado para luchar contra el narcotráfico, por ejemplo, pero es cierto que generamos una expectativa y no pudimos cumplir con todas ellas”.
En ese sentido vé como muy alentador el trabajo que se viene desarrollando de la mano de las cuatro fundaciones de Juntos por el Cambio (Hannah Arendt, Alem, Pensar y Encuentro) que han conformado equipos y mesas temáticas que arrojarán como resultado reglas básicas y acuerdos programáticos para que, “quien gane las PASO tenga estos trabajo a disposición para armar un plan de gobierno”.
Usted protagonizó en los últimos días la formulación de una denuncia sobre el fideicomiso del trigo atacando al secretario de comercio y a una empresa por desmanejos económicos. ¿Nos explica los alcances de esa denuncia?
“Cuando creó el fideicomiso del trigo para bajar el precio interno de la harina, sólo 3 de los 160 molineros ingresaron a él. Molinos Cañuelas se lleva el 85 por ciento de ese fideicomiso y recibió 1.100 millones de pesos el día antes de la renuncia de Feletti. Molinos Cañuelas es una empresa que está en concurso y que jamás pudo haber sido proveedor del Estado. Por eso la denuncia fue contra Feletti y luego contra Hang, que continuó con este tema. Sabemos que Molinos Cañuelas habría transferido a empresas off shore parte de ese dinero. Fuimos la concurso, a la causa y los síndicos no saben nada de ese dinero. Por eso hicimos una denuncia por posible lavado de dinero”.
Las visitantes dejaron sus reflexiones sobre otros temas de la actualidad nacional. Uno de ellos vinculado a las propuesta de reformas a la ley de Salud Mental, un tema de honda preocupación, especialmente para familiares de personas que padecen alguna patología de ese orden. Reservamos ese material para una próxima entrega.
