La Bandera de la Escuela Nº 7 debió ser arriada por los Bomberos Voluntarios, quienes poco antes de las 14 horas de este jueves debieron concurrir al establecimiento escolar, ya que la misma, desde hace unos días, se atrancó en lo alto del mástil emplazado en el patio.
El acontecimiento fue una especie de fiesta para los pequeños que a esa hora cumplían con su actividad escolar y que, con ojos asombrados, pudieron observar las maniobras que los servidores públicos debieron desarrollar para lograr su cometido.
Es una de las tantas labores que nuestros héroes locales cumplen, casi siempre en silencio y que, en este caso, no estuvo exenta de riesgos, ya que el viejo mástil de la escuela es un débil caño que amenazaba con quebrarse cuando uno de los bomberos lo escaló utilizando un escalera apoyada, precisamente, sobre el mismo.
Antes, durante y después de eso, mientras realizaban los preparativos y cuando los bomberos guardaban sus elementos de labor, el cronista de este medio pudo ser testigo de la emoción reinante en los niños, quienes se acercaban a los efectivos con la misma admiración con la cual, seguramente, miran a sus personajes preferidos de la televisión.
Docentes y alumnos aplaudieron y vivaron a los bomberos cuando terminaron su trabajo.
