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viernes, 29 de marzo de 2024
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Baches de mi ciudad: Un histórico, el de Rafael Hernández y Saavedra

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El 2020 fue el año de la pandemia, todos los esfuerzos se pusieron en salud, que era hacia donde había que apuntar los cañones; pero eso se logró en desmedro de otras actividades que el municipio desatendió y que poco a poco, vacuna mediante, habrá que ir retomando para que también la ciudad vuelva a la normalidad y no a la anormalidad de la discontinua pasada del basurero o a los baches olvidados, que obviamente los vecinos no olvidan porque cada vez que pasan por el lugar se acuerdan de Dios y María Santísima.

 

Este 2021 debería ser, además de un año electoral, el año en que se comience a atender otras cuestiones que son casi urgentes, como los baches que hay en distintos puntos de la ciudad y que en algunos casos por poco no cumplen la mayoría de edad, ya que varios de ellos vienen de gestiones anteriores y parece mentira que nadie observe que estos frentes hay que atacarlos, con o sin pandemia.

 

El bache al que nos vamos a referir hoy tiene ya su antigüedad y su historia. Este pocito tenía un hermano gemelo en la cuadra anterior, de Sargento Cabral y Saavedra, que fue reparado no hace mucho tiempo y que tuvo a esa barriada entrando en contramano más de un mes por la cantidad de días que estuvieron cortadas esas otras cuatro esquinas, vecinas a estas cuatro a las que nos referimos.

 

El bache principal de Rafael Hernández y Saavedra está sobre esta última calle, a dos o tres metros de la intersección, ya camino hacia Santos Plaza. En principio se había roto la loza de la derecha, yendo por la mano, y allí le colocaron lo que puede verse en la foto, una valla de plástico, color amarilla, que hace que quienes vienen por Saavedra con atención la vean y la esquiven. Ahora, quienes van por Rafael Hernández y quieren doblar por Saavedra, si no saben de la existencia de la valla, se la llevan por delante, como ha pasado varias veces.

 

Ahora también ha cedido la loza de la izquierda, por lo que quien esquiva la valla y sigue por Saavedra, necesariamente agarra el golpe. Quien va en auto, lanza el insulto a los cuatro vientos; pero quien va en moto o en bicicleta tiene que ver bien lo que hace, porque puede terminar en el suelo.

 

En esa esquina, como en la anterior sobre Saavedra, hará falta una intervención importante, por lo que seguramente el paso por Saavedra hacia el sur quede cortado un tiempo. De todas maneras hoy ya cada vez son menos quienes pasan por el lugar, ya que el que conoce, prefiere ir por Larrea o Viamonte para no tener que agarrar el pozo, que cuando hay un vehículo parado en la esquina, sobre la margen izquierda, se torna inevitable.

 

Este bache fue señalizado como peligroso desde antes del comienzo de la pandemia y ya merece ser intervenido. Para los vecinos del barrio ya forma parte del paisaje esa barrera amarilla como también las frenadas de varios vehículos que no ven la valla o no alcanzan a divisar el bache del otro lado.

Angel Pesce

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