En dos allanamientos que se realizaron en dos departamentos del Barrio Pedro Burgos en la ciudad de Azul arrestaron a dos mujeres acusadas de vender drogas al menudeo. De la rueda de prensa realizada ayer en la Fiscalía General del Departamento Judicial Azul participó Ariel Ferreyra, quien dio detalles de lo que fue la investigación.
El pasado domingo, policías pertenecientes a la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Azul, realizó dos allanamientos que tuvieron como escenarios dos departamentos ubicados en uno de los monoblocks del Barrio Pedro Burgos, inmuebles donde se domicilian las mujeres que fueron aprehendidas.
En la mañana del lunes se realizó una conferencia de prensa en la sede de la Fiscalía General de la que participaron, el fiscal General Marcelo Sobrino, el fiscal titular de la UFI 22, Lucas Moyano, el comisario Inspector Juan Marcelo Castro, Director de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado y el bolivarense Ariel Ferreyra, Director de Investigaciones Criminales perteneciente al Ministerio de Seguridad bonaerense.
En el dialogo con la prensa el fiscal Lucas Moyano dijo “Se cerró una boca de expendio”, en alusión a la importante cantidad de dosis de cocaína incautadas: un total de 111 que estaban listas para ser vendidas al menudeo. También se secuestró un trozo compacto de esa misma sustancia estupefaciente que pesó algo más de veinte gramos y, según se sospecha, tenía como objetivo su posterior fraccionamiento para ser vendida bajo la modalidad conocida como “narcomenudeo”. Además en los procedimientos incautaron 266.000 pesos en efectivo, nylon para fraccionar la droga y teléfonos celulares.
“Acá hay un trabajo de más de un año, relacionado con venta al menudeo de cocaína”, sostuvo el Fiscal General para después dar cuenta de que en esa pesquisa hubo por parte de la Policía tareas de observación previas a allanarse ambos departamentos y, también, se llevaron a cabo varias horas de escuchas a los teléfonos de los investigados, que habían sido intervenidos desde la justicia.
Sobrino hizo alusión a la “interconexión” existente entre esta causa y otras, al referir específicamente que uno de los datos fundamentales que permitió incautar esta considerable cantidad de dosis de cocaína surgió de la versión de un testigo, pero en el marco de la tramitación de un sumario penal vinculado con un caso de violencia familiar y de género.
Ariel Ferreyra dio detalles de la investigación realizada y felicitó al equipo de trabajo de Drogas ilícitas: “Los procesos investigativos están basados en la profesionalización de la fuerza (policial), en dotar a la fuerza de recursos, en este caso tecnología, más personal, capacitación y formación. Desde hace un tiempo a esta parte creemos que los procesos de investigación tienen que ver con algo que se llama inteligencia digital que es buscar información no solo basada en la escucha telefónica sino también en datos en internet”.
“Estamos en todas las dependencias, no solamente de drogas, estamos en las DDI, lo que es investigación en función judicial y hasta en seguridad también estamos generando instancias de formación del personal policial para acelerar y mejorar las investigaciones, puntualmente en este caso, fue basado en escuchas, en inteligencias. Nosotros hacemos inteligencia criminal, desde la sub secretaría de planificación e inteligencia criminal y desde la superintendencia de inteligencia criminal, o sea la parte civil y la parte policial trabajamos en conjunto para que haya resultados positivos en toda la provincia de Buenos Aires y eso es lo que estamos haciendo, por eso la importancia de este hecho positivo, porque cuando se trabaja a conciencia los resultados están a la vista”, culminó Ferreyra.
