Diario La Mañana. San Carlos de Bolívar +54 9 2314 53 5776

sábado, 20 de abril de 2024
16.3 C
San Carlos de Bolívar

Artecon, cuarenta años en pos de “ser objeto de transformación, pensamiento y debate”

Entrevista con Duilio Lanzoni, director del grupo.

- Publicidad -
- Publicidad -

En su semana más especial, Artecon celebrará sus cuarenta años con un maratón teatral (ver edición del miércoles) y la presentación de libros que compilan obras de Lanzoni. Cuatro décadas de contar historias “tratando de no ser neutrales”, en pos de mover pensamiento, promover el debate y, en el mejor de los casos, transformar. “No sé si habrá valido la pena, pero seguramente ha valido las alegrías que hemos tenido”, afirma el director y uno de los fundadores del grupo, Duilio Lanzoni.

Finalmente llegó octubre. ¿Qué pasa por tu cabeza, por tu cuerpo?

-No tengo mucho tiempo para pensar, porque esto se mezcla con mi actividad dentro del gremio La Bancaria. Pero sí pienso en que todo salga lo mejor posible, que se vaya dando como debe ser. Pensá que cada obra ha significado un proceso de ensayos que ha tomado el año, pero a su vez cada una implica un cambio de escenario y de escenografía, que debemos tener muy coordinado con el grupo. El disfrute pasa por el trabajo en equipo, que es indispensable para que todo funcione.  De hecho, se arregló el escenario, que estaba con un problema en uno de sus soportes. Tratamos de hacer un diseño de luces que nos permita solamente mover un poco cada lámpara, a fin de no tener que bajar y subir, lo que se complicaría mucho. Se ha tratado de planificar todo.

Nos pareció que era una buena forma de hacer un festejo distinto, de autocelebrar y celebrar las cuatro décadas, que como dijera un compañero de La Plata, no es moco e´ pavo, porque la producción de todos estos años ha sido signada por la misma idea: contar historias tratando de no ser neutrales, lo que implica riesgos de todo tipo, que hemos decidido tomar. No sé si habrá valido la pena, pero seguramente ha valido las alegrías que hemos tenido. Hacemos cosas que no son demasiado importantes para el resto de la sociedad, quedó comprobado durante la pandemia: el teatro no es imprescindible, es algo que nos hace muy bien y es imprescindible para aquellos que lo hacemos, pero no sé si para el resto de la sociedad. Es una discusión que ni siquiera sé si vale la pena dar. Pero sí hemos tratado de ser objeto de transformación, de pensamiento, de debate, de discusión. Si hemos servido para eso en estos cuarenta años, bárbaro. Creo que si uno rastrea nuestra historia, hemos estado siempre en el mismo lugar, y eso está bueno. No nos hemos corrido demasiado, por ahí el movimiento ha sido dado por el río del tiempo, que de alguna manera te arrastra. Y esto es básicamente lo que uno siente al llegar al punto en que se van a cumplir cuatro décadas de aquella vez que Gustavo Bonamino y Walter Álvarez, con dirección del ‘Negro’ Vega y luces de Daniel Riera, se subieron a la vieja sala de El Mangrullo para poner en escena por primera vez Historia del Zoo, luego de muchas vueltas y situaciones que comenzaron en el ’80 y terminaron en esa presentación de octubre del ’82. Por eso este festejo de cinco obras y toda la parafernalia de cosas que hemos hecho durante todo el año.

Alejamiento de público: Algunos “creyeron que representábamos lo contrario, y desde el mal, de lo que ellos piensan”

A partir de ese propósito de contar historias sin ser neutrales, seguramente han perdido y han ganado: entre lo obtenido cabría destacar la fidelización de un público que podría decirse que es de Artecon.

-Es probable que en el camino se vayan perdiendo cosas. Sobre todo en los últimos años, en los que hay un sesgo de polarización ideológica muy llamativo, muy exacerbado por momentos. Creo que hay períodos puntuales en la historia de Artecon en que sectores de gente dejaron de vernos porque creyeron que representábamos lo contrario, y desde el mal, de lo que ellos piensan. Están bien, son las reglas del juego. Y sí creo que el hecho de haber tratado de ser coherentes todo este tiempo, es probable que haya fidelizado a cierto sector. No sé cuán grande es ese sector, lo que sí sé es que si bien no buscamos la masividad desde lo comercial, sí pretendemos ser masivos cuando contamos algo; no nos sale, no nos sale a casi ninguno de los que hacemos teatro, pero nadie quiere que no le vaya gente a la sala. No nos sale porque entre otras cosas el teatro compite en total desventaja con todo: en  estas cuatro décadas, arrancamos compitiendo, entre comillas, con el cine; luego con el circuito cerrado de televisión, que primero tenía un canal y después muchos más; luego con las videocaseteras y los videos en casa; más tarde apareció el dvd; a continuación las plataformas, y nosotros seguimos haciendo el mismo teatro que hacíamos en 1982. Todo lo demás se modificó, y significó además una competencia fortísima para aquellos que buscan en que le cuenten historias una forma de escape, de debate, de pensar, no importa. Así que con lo que tenemos tratamos de seguir subsistiendo y existiendo, siendo que no vamos a dejar de buscar la sala llena.

Chino Castro

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

Más Leídas

Edición Impresa

- Publicidad -
- Publicidad -
spot_img
spot_img