Aduce que se siente muy bien tratado por el vecino, reclama mayor participación ciudadana para provocar los cambios necesarios y muestra sin tapujos su optimismo en relación a Bolívar y un progreso que todos esperamos.
En el tramo final de la campaña que desembocará en la elección del domingo, Ariel Alomar se mostró satisfecho y “muy consolidado especialmente con el grupo de trabajo con el cual venimos desarrollando nuestra estrategia. Vimos que todo lo que me tocó personalmente atravesar en estos casi 23 meses de concejal ha sido muy útil. Hemos trabajado en innumerables proyectos de ordenanzas, algunas que afortunadamente logramos que sean aprobados. Las cosas han salido bien, en términos generales y eso significa que salieron bien a favor de la gente que optó por nosotros en aquel momento. Hoy hay muchas realidades en Bolívar que se deben a nuestras gestiones y, aunque nadie luego recuerde eso, lo verdaderamente importante es que están hechas”.
Ariel se reivindica como un hombre del llano devenido a la actividad política y cuya premisa única es el bien común. Asegura que por eso aceptó en su momento asumir la representatividad del PRO en Bolívar y por eso mismo brega en estos días por atravesar las primarias y ofrecerse en octubre como candidato a intendente. “En política siempre se gestiona a favor del vecino, para llevarlo al mejor lugar, facilitarle la vida y atender sus dificultades”, dice, al tiempo que se lamenta por algunas prácticas habituales que, más allá de estos postulados que esgrime, en realidad dan vuelta la ecuación y transforman a la política en una herramienta de beneficios personales.
“EN POLÍTICA SIEMPRE SE GESTIONA A FAVOR DEL VECINO”
¿Cómo te trata el vecino, cuál es la devolución que recibís en tus charlas y encuentros con la gente?
– “La verdad es que a mí me tratan muy bien. Independientemente de que a veces la gente aprovecha para descargar sus broncas en contra de la política que no le ha dado respuestas, entiende nuestra buena voluntad, nuestra manera de actuar. Las cosas siempre se perciben, en general la gente es inteligente, sabe lo que quiere y pone a cada uno en su lugar. Yo ahora lo único que les pido es que vengan el domingo a votar, porque necesitamos a todos. Que voten por quien quieran, pero que lo hagan. Porque eso es lo único que le da legitimidad a quien le toque gobernar”.
¿Cuáles son tus expectativas de cara al domingo?
– “Mis expectativas están puestas en el día 14. Ojalá que hayamos interpretado el sentimiento de la gente y que ello nos devuelva una buena elección. Creo que hemos hecho una buena lectura de esos sentimientos y necesidades; en otras nos habremos equivocado un poco, pero igualmente rescato todo esto como un gran aprendizaje”.
Sos un hombre que accedió a la política hace poco. Ahora que estás en ella y luego del tiempo transcurrido, ¿te prendió la idea de permanecer en ella?–
– “La verdad es que no he pensado en ello. Estoy cómodo en esta posición y nunca estuve mal. Al principio tuve algunas situaciones de incomodidad por el no entendimiento. Y también es cierto que pensé que mucha más gente iba a seguirme en esta idea de participación. Lamentablemente no fue así, todavía cuesta hacer entender que para hacer cambios hay que involucrarse y que no alcanza con quejarse en el café o a través del teléfono. Pero contestando a lo que preguntás, yo soy un hombre que, de todos los lugares que ocupé profesionalmente o laboralmente me fui cuando interpreté que ya no era útil allí. Y haré lo mismo con la política, cuando sienta que ya no me necesitan, que mi participación no suma, me iré. Por el momento aquí estoy, dispuesto a hacer mi aporte”.
Sin dudas que Ariel es un hombre pacífico, que evita las estridencias y que canaliza las discusiones, que siempre existen en el terreno político, por las vías institucionales. Es que “la pelea está bien vista en términos políticos; pero yo no creo en ella y aunque a veces he recibido el pregón de ser más agresivo yo prefiero ser como soy. Los reclamos hay que formularlos como corresponde y tener paciencia, mucha paciencia, porque las cosas no siempre suceden como un cree. A veces parece mentira que ordenanzas que están vigentes sencillamente no se ejecuten. Por ejemplo: el tema micro basurales, el tema del reciclado de pilas, la adhesión a la ley provincial del Parque Industrial, o la de energías renovables. Y muchas más en las que hemos tenido participación directa. Son ordenanzas que no se aplican y básicamente creo que el motivo es la desidia, la falta de interés del Ejecutivo pero también de mucha gente a la cual, no sé porqué, esos temas no los alcanzan”.
UN PROYECTO NO, MILES
Con todo, Alomar se muestra profundamente optimista en relación a los recursos con los que cuenta la población de Bolívar para ponerlos a favor del progreso. Y especialmente hace hincapié en los recursos humanos, la gran cantidad de micro emprendedores que a pesar de todos los contratiempos y de “la máquina de impedir” en la que a veces se transforma el Estado en todas sus formas, igualmente empuja y va hacia adelante. También se refiere a la gran cantidad de profesionales jóvenes, muchos radicados en Bolívar y otros afuera pero que pueden hacer su aporte en diferentes actividades con una gran experticia. “Podemos hacer lo que se nos ocurra si el Estado se limita a ser un facilitador de esa gran potencia de acción que tienen los privados. Por eso cuando nos preguntan cuáles son nuestros programas yo repregunto: ¿cuántos querés que te diga en los rubros que te interese? Porque hay infinidad de propuestas y proyectos para llevar adelante. Solamente hay que poner la cabeza donde corresponde y en muchos casos aprovechar grandes ventajas que se nos abren adhiriéndonos a programas que están vigentes y muchos de ellos con propuesta de financiación de la provincia”.
En el fluir de la charla Ariel Alomar puso el foco en varios temas que son prioritarios en Bolívar y que, según su criterio, se están tratando muy mal. El basural a cielo abierto es uno de ellos y, en ese punto, dijo que “no hay que inventar nada, simplemente hay que tomar el ejemplo de los municipios que han hecho las cosas bien. Es el caso de Olavarría o de Junín. Hay que ir a visitar esos ejemplos, que están acá nomás”.
“A nuestros hijos y a nuestros nietos debemos dejarles algo mejor”, resume su filosofía de vida y acción Ariel Alomar. Quizá en esa simple expresión se resuma el porqué de este intento de afrontar las PASO y luego encarar el desafío de llegar a la intendencia de su pueblo.
