Un apagón se produjo en Bolívar pasadas las 19 horas de este lunes y la ciudad todavía se encuentra a oscuras. No es el primer corte de energía que ocurre en los últimos días sino que por el contrario los usuarios protestan ante interrupciones eléctricas que tienen lugar prácticamente todos los días.
Si bien desde la Cooperativa Eléctrica salieron a explicar los motivos, que tendrían que ver con la caída del suministro eléctrico que provee EDEN desde la central ubicada en Henderson, lo cierto es que creció el hartazgo y las redes son caldo de cultivo para el desahogo.
Tweets de todo tipo. Desde aquellos que aseguran que no pagarán más la tarifa u otros que ironizan al preguntarse si habrá sido “otra comadreja” la que originó el problema.
Otro que reapareció con un reel de Instagram fue Nicolás Carballo, dueño de la Heladería Oasis y que gran protagonismo tuvo en épocas de pandemia cuando reclamaba por mayores libertades para poder trabajar.
En esta oportunidad, volvió sobre un tema que es recurrente en sus descargos, la prometida linea 132 K, y propuso ideas como dejar de festejar el Me Encanta Bolívar o de repartir locro los 25 de Mayo para destinar esos fondos a solucionar el problema energético. También deslizó la posibilidad de llevar al centro cívico los electrodomésticos quemados a causa de los cortes y que en su caso se trataría de un freezer, indispensable para llevar a cabo su labor industrial.
Un usuario dijo que “vivir en esta ciudad es agotador”, y una joven aseguró que Bolívar vive en el año 100 A.C.
Estos ejemplos, como tantos otros que podrían ser parte de esta nota pero que quedan afuera por cuestiones de espacio, no son más que la muestra de una desesperación generalizada que no entiende de razones y solo necesita soluciones.
Es probable que tanto la cúpula dirigencial de la Cooperativa Eléctrica como la gestión municipal ofrezcan explicaciones concretas en las próximas horas y muchas de esas hasta pueden llegar a ser entendibles. No obstante, tras varias horas en la penumbra lo único que ilumina con fuerzas es la llama ardiente del desahogo bolivarense.
