Hay un alto porcentaje de los habitantes de la ciudad que demuestra preocupación por la pandemia de coronavirus y acata las disposiciones, tanto del Ejecutivo Nacional como de las autoridades municipales.
Pero, duele decirlo, hay otro porcentaje menor que todavía cree que estamos simplemente en días feriados, casi festivos. Es notable ver gente por la calle que, evidentemente, no se está desplazando hacia sus lugares de trabajo, ni asistiendo a una persona mayor necesitada de cuidados. La mañana del sábado, por momentos, se pareció mucho a un sábado normal, esos que se aprovechan para hacer compras no imprescindibles. Vimos parejas de jóvenes paseando tranquilamente de la mano, gente en bicicleta vestida con ropa deportiva, caminantes jugando con sus perros que, obviamente, necesitan de una salida pero que debiera ser mucho más corta que lo habitual.
La Municipalidad ha reaccionado adecuadamente y, entre otras medidas, dispuso el vallado de la avenida San Martín en una determinación que, sin dudas, está enderezada a evitar los tradicionales paseos bolivarenses que desde siempre hemos llamado aquí “la vuelta del perro”.
Se están haciendo esfuerzos desde distintos ámbitos de la sociedad, especialmente de las autoridades constituidas, para concientizarnos, para hacernos entender que la situación es gravísima y que requiere del compromiso de todos y cada uno. Sólo nos piden NO SALIR DE NUESTRAS CASAS y da la sensación de que muchos aún no lo entienden. Si todos lo hacemos, valoraremos como corresponde a quienes sí o sí tienen que circular. Son los que tienen cosas que hacer a favor de todos, especialmente la gente vinculada a la salud, a quienes deberíamos comenzar a considerar como héroes.
Quizás podamos parecernos un poco a ellos. Nuestra actitud heroica es, sencillamente, quedarnos en nuestras casas. No parece una tarea tan difícil de cumplir.
