La propia fiscal de esta ciudad Dra. Julia María Sebastián encabezó hoy una diligencia de allanamiento en una casa de la calle Chiclana 396 ordenada por el juez Dr. Carlos Villamarín, en el marco de la causa que por “Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer en contexto de violencia de género en grado de tentativa” recae contra Teófilo Néstor Díaz, de 73 años en calidad de imputado.
Como ya se ha informado, Díaz agredió violentamente a su ex pareja, Graciela Cháves, de 68 años, el pasado domingo en el domicilio de esta última, ubicado en la calle Santos Plaza al 140 de esta ciudad, propinándole una golpiza que obligó a su internación en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital local y su posterior traslado al Sanatario Güemes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde aún permanece en estado de salud sumamente grave.
La requisa practicada hoy tuvo lugar en un domicilio que Díaz ocupó mientras estuvo separado de hecho de su ex pareja con quien, en los últimos días, había reanudado una relación convivencial a pesar de la oposición de familiares y amigos de la víctima.
De acuerdo al relato de la Dra. Sebastián, quien aceptó dialogar con este medio, la relación entre ambos debe ser calificada como tortuosa ya que a lo largo de muchos años se han producido recurrentemente hechos de violencia que llevaron incluso, algunos de ellos, a que se radiquen denuncias ante la UFI 15 de Bolívar. Precisamente varias de estas causas terminaron unificándose y dieron lugar al procesamiento de Díaz quien, en el mes de Febrero de este año fue indagado a la luz del artículo 308 del CPC, pesando sobre él medidas restrictivas que en algunos casos incumplió.
En punto al hecho violento que tuvo lugar el domingo, Sebastián dijo que en realidad sucedió en el interior de la vivienda de Cháves, quien recibió innumerable cantidad de golpes de puño que le generaron rotura de costillas con afectación de un pulmón, contusión cerebral y hernia diatal, todas lesiones calificadas como graves. La mujer quedó ensangrentada y caída en el piso y, una vez alejado Díaz del lugar, intentó por sus propios medios arrastrarse hasta la calle para pedir auxilio, al tiempo que una hija suya llegaba al domicilio tras recibir un llamado telefónico. La Policía llegó prontamente y pudo interceptar al agresor en las inmediaciones secuestrándole en el mismo momento el teléfono celular de la víctima y procediendo a su aprehensión de urgencia, medida que tras la intervención del juez se transformó en detención.
