La Selección Argentina de Fútbol se consagró campeón en la Copa del Mundo de Qatar 2022 y al día de hoy no deja de festejarse. Lo hizo tras vencer a Francia en una final dramática, considerada por muchos como la mejor de la historia, que se definió en la tanda de penales luego de empatar 3-3 en los 120 minutos reglamentarios.
Uno de los jugadores estrellas detrás de esta gesta comandada por Lionel Scaloni fue el joven de 24 años Alexis Mac Allister, hijo de Carlos, “El Colo”, reconocido ex defensor de Boca Juniors durante los años 90. El surgido de la cantera de Argentinos Juniors comenzó el Mundial en el banco de suplentes pero rápidamente se ganó su lugar entre los titulares y se convirtió en el estandarte del mediocampo en compañía de Enzo Fernández y Rodrigo de Paul, y en el socio ideal de Lionel Messi.
Lo atrayente aquí y que solo algunos pocos memoriosos recuerdan es que el nacido en Santa Rosa, La Pampa, y actual futbolista del Brighton de Inglaterra, jugó un torneo en la ciudad de Bolívar y estuvo alojado durante una semana en la casa de una familia bolivarense.
Su participación se dio en el marco de un torneo de divisiones inferiores organizado por la Subcomisión de Fútbol Infantil del Club Independiente en el año 2009. El evento se realizó para los chicos categorías 1998 y 1996 y contó con la asistencia de Argentinos Juniors (club al que representó Mac Allister), además de equipos locales y de la zona, como Empleados de Comercio, Barracas Bolívar, Embajadores de Olavarría y Unión de Tres Lomas.
Claudia Grucci, Miguel y Tomás Urbano fueron los asignados para darle hospedaje a Alexis, quien estuvo acompañado por otro compañero de equipo, un defensor central cuyo paradero actual se desconoce. Este último, quien en ese entonces disputó el torneo para Independiente y tuvo el privilegio de enfrentarlo, habló con La Mañana y lo definió como un chico “tímido y humilde” y afirmó que ya se notaba “que iba a ser un animal”.
Alexis, con apenas 11 años, fue parte de la delegación del “Bicho” en la modalidad 98′ que arrasó en cada uno de sus partidos y que a la postre se terminaría quedando con el campeonato en el césped del “Indio”. Su habilidad futbolística quedó reflejada en la cancha ubicada en la Avenida Mariano Unzué y, además de su creatividad para hacerse dueño del mediocampo, finalizó el torneo siendo figura y con dos goles en la última fecha ante Empleados de Comercio, en lo que fue victoria del equipo de La Paternal por 8-0.
“Era impresionante lo bien que jugaba. Por otro lado, recuerdo que estaba encantado con la vida de Bolívar por la libertad que tenemos los chicos acá. Acostumbrado a vivir en Buenos Aires, estaba sorprendido por el estilo de vida nuestro. Le gustaba levantarse bien temprano para ir a jugar a la pelota a la calle y andar en bicicleta”, contó Tomás, orgulloso de haber compartido fútbol y tiempos de ocio con un campeón del mundo.
Cabe mencionar que su hermano Kevin, futbolista profesional y con paso por Boca Juniors, también estuvo presente en Bolívar y jugó el certamen en la categoría 96’, clase que se quedó con el primer puesto, escoltado por Independiente.
