La llegada de la pandemia y las medidas sanitarias frenaron un impulso muy importante del Club Santa Ana.
Después de un 2019 de muchísimo trabajo, que dejó como saldo una pista flamante y las tradicionales instalaciones sumamente renovadas, hubo ocasión de realizar pruebas y comprobar que el piso del óvalo respondía, e incluso llegaron a hacerse competencias oficiales, bajo la órbita de la Federación Bonaerense. Era momento de lucir el predio de la ruta 226, de abrirlo a un público que siguió expectante el paso a paso de los trabajos y no veía la hora de oír los motores, hasta que la propuesta y el anuncio llegó y entonces se dio cita para ofrecer un marco acorde a todo el esfuerzo de este reducido grupo representante del club. El COVID frenó todo eso, los motores volvieron a detenerse y el predio quedó en silencio durante gran parte de este amargo año, en el que únicamente el portón se abre cuando los muchachos se reúnen para seguir manteniéndolo. Adrián Zuccarino es uno de ellos, con él hablamos para conocer qué han estado haciendo y qué panorama tienen:
– Como todas las actividades deportivas y el país en general, nos tocó frenar. Habíamos tenido un regreso más que exitoso con las dos carreras que se hicieron en el verano, por el campeonato internacional y eso había generado mucho entusiasmo, pero llegó esta situación que nadie esperaba y nos obligó a parar.
En la actualidad, trabajamos siempre los fines de semana, con las medidas de seguridad y los cuidados necesarios. El club es como una casa: siempre hay cosas para hacerle, a veces parecen ser interminables, y genera gastos; no me refiero solamente a lo que se ve en cuanto a obras sino también a cosas que no se ven, por ejemplo gastos administrativos, que son completamente necesarios de afrontar para mantener al club en vigencia.
Nuevas herramientas
– Todo aquello que hemos recaudado, lo invertimos para comprar algunas herramientas; en ese sentido, hicimos dos compras grandes: una desmalezadora de arrastre, ideal para toda la época del pasto que ya se nos viene, y un disco para cuando tengamos que trabajar el suelo.
Pintura
Y vienen haciéndose trabajos de mantenimiento, del predio y de los vehículos del club, en los alambrados, se pintaron las tablas, las varillas, no sólo para que queden bien a la vista, sino para que esos materiales no se echen a perder.
El piso del óvalo
– Sobre el circuito también hemos estado trabajando; si bien hacen falta algunos trabajos de compactación y nivelación, no dejamos que se nos venga abajo ni que se cubra completamente de pasto, sino que está en condiciones para poder trabajarlo.
Contacto con FEBOM
– En lo que respecta a la Federación, no tenemos ningún comunicado oficial; no se habla de ninguna posible fecha de retorno de la actividad ni nada por el estilo. En otros lugares del mundo se está corriendo pero con una cantidad reducida de público; de ser así en Argentina, a nosotros nos sería imposible de llevar a cabo a no ser que la propuesta fuese diferente, ya que sin público nos resultaría imposible de costear el espectáculo.
Posibles pruebas
– Algo que estuvimos hablando con la gente de Deportes del Municipio fue la posibilidad de hacer pruebas, con un protocolo adecuado a la situación, únicamente para pilotos locales en una primera instancia y lógicamente sin público. Igualmente entendemos que el motociclismo es una actividad de alto riesgo y Bolívar cuenta solamente con un hospital; entonces la idea es que una cama de Terapia Intensiva no tenga que ocuparse si alguien se golpeara o tuviese un accidente, que Dios quiera nunca pase, en alguna de esas pruebas.
Algunas actividades deportivas han recibido el permiso y han ido activándose de a poco; pero a nosotros solamente nos resta esperar. La Municipalidad de Bolívar siempre nos apoyó y las causas para no hacer pruebas son más que justificadas. Lógicamente nos gustaría tener movimiento en el club, ver las motos girando porque para eso hicimos el circuito, pero entendemos la situación.
Al no tener una fecha concreta de regreso de la actividad, nos dificulta la posibilidad de proyectar cosas o movimientos más grandes, porque lógicamente dependemos de todo lo que tenga que ver con ingresos para hacer las mejoras en infraestructura que venimos pensando desde hace tiempo.
Con la pasión de siempre
Más allá del parate, se sigue trabajando y poniendo ganas para que cuando podamos volver, estemos con todas las comodidades necesarias. Seguramente, nos tocará volver con algunas pruebas para pilotos locales, aplicando el protocolo que ya hemos presentado y sin público. No es lo ideal, no es lo que sucedería en una situación normal, pero sería una manera de arrancar…
