Se estilaba antiguamente imprimir medallas y repartirlas con la fecha correspondiente cada vez que había un gran acontecimiento. Así fue que en 1935, cuando se inaugura el Monumento al General José de San Martín que se erige sobre la avenida del mismo nombre entre las plazas Alsina y Mitre, se mandaron a acuñar varias para repartir entre las personalidades que acudieron a aquel evento ya casi centenario.
Se sabía de la existencia de esas medallas por relatos familiares que han ido trasvasándose de generación en generación; aunque lamentablemente las medallas han ido desapareciendo. Incluso hay fotos de alguna de ellas en una página que trata sobre la historia de la ciudad en una red social.
Por cuestiones que no vienen al caso, días atrás nos cruzamos con un bolivarense que está radicado en Olavarría: Adolfo Santa María, hijo del recordado Oscar Hipólito Santa María, ex diputado nacional por el radicalismo y también concejal, fallecido a mediados de la década de 1960. Adolfo partió de Bolívar a estudiar ciencias económicas a la ciudad serrana cuando culminó el secundario y ya no regresó más que para pasear y visitar familiares.
En una linda y extensa charla, Adolfo nos contó que es coleccionista de varios objetos, entre ellos medallas. Nos mostró su colección y en ella sobresalía, de interés para un bolivarense, lógicamente, la que se entregó cuando se instaló el Monumento a San Martín en octubre de 1935, gobierno del Dr. Luis M. Capredoni.
Ante nuestra sorpresa y el comentario que era la primera vez que la veíamos “en persona” y que posiblemente en Bolívar haya muy pocas, Adolfo dijo que no tendría problema en donarla. Le contamos que el Archivo Histórico Municipal que dirige Santos Vega había remasterizado la película de la inauguración del monumento, y propuso donarle la medalla al archivo, por lo que hicimos de “correo” para depositarla en manos de Santos Vega y equipo horas después.
Santos Vega agradeció el gesto, seguramente se organizará alguna especie de “acto formal” para darle un marco a la donación, y se colocará la medalla en una vitrina, en algún lugar del archivo, junto a otras, como la de la inauguración del Palacio Municipal, que se construyó para la misma época y cuyo corte de cintas se produjo dos años después, en 1937. Un lindo gesto de un bolivarense que añora la tierra donde nació, se sorprende por lo poco que algunos se acuerdan de los Santa María, en especial de Lito y de Lita, radicales de toda la vida.
Adolfo, además, es un historiador que se ha ocupado de varios aspectos de la historia de Olavarría, tiene publicados un par de libros y obviamente que entiende como ninguno el valor que tiene para los bolivarenses la medalla que donó.
Ángel Pesce.
