Impactante salto al progreso de Bolívar quedó marcado hoy, poco después de las 10 de la mañana, cuando abrió sus puertas el Centro Comercial La Perla. Una magnífica realización que fue posible de la mano de la inversión privada y que está llamada a colocar a esta ciudad en el radar comercial de toda la región.
La esquina de Almirante Brown y Sarmiento se transforma, a partir de hoy, en un lugar de atractivo a la altura, en calidad, de los mejores de las grandes ciudades. Una apuesta muy fuerte que tiene su base, sin dudas, en las posibilidades de desarrollo que algunos han visto en esta ciudad y que debe llamarnos a pensar que es posible crecer a pesar de tiempos difíciles e, incluso, de esta maldita pandemia que ya pasará.
Lo dijimos en nuestras redes sociales y lo repetimos aquí: apenas uno traspasa el ingreso al centro comercial, lo recibe una escenografía digna del encumbrado barrio La Recoleta de Buenos Aires. Una arquitectura muy bien trabajada ha facilitado el inmejorable aprovechamiento del espacio para permitir, en su interior, que una treintena de locales exhiban productos de primerísima calidad pertenecientes a las marcas más prestigiosas que se comercializan en el país.
María Cher, Ray Ban, Grisino, Stone, Old Bridge, Levi´s, Sweet Victorian, Ayres, Cuesta Blanca, Ona Sáez, Ossira, Akiabara, Sarkany, Oxford, Lacoste, Tascani, entre otras franquicias, conviven con dos emprendimientos locales: La Peña Vinos y Sport Bolívar.
El shopping está concebido en dos plantas, aprovechando la vieja estructura edilicia que alguna vez cobijó al boliche Loft, pero que antes de ello fue un almacén de ramos generales que giró en la plaza local bajo la firma “Sánchez, Bedatou y Cía” y más tarde “Gómez Tello”. Una obra, monumental para esos tiempos (y para los actuales) que respondió a la calidad constructiva de la empresa Devito Hnos., aquellos viejos maestros de la construcción que fueron los hacedores de los mejores edificios bolivarenses.
En el rellano del entrepiso, Freddo ofrece sus helados de calidad internacional y recibe al público con sus mesas dispuestas, en las que también puede degustarse en excelente café.
Todo comenzó minutos antes de las 10, cuando malabaristas de la compañía “Humor y Circo” coparon la esquina convocando al asombro e invitando a los bolivarenses a ingresar.
Inmediatamente, mucho público empezó a caminar las calles interiores de La Perla con la admiración presidiendo sus rostros.
Desde este medio que ya es parte de la identidad de Bolívar saludamos con entusiasmo la llegada de La Perla. Se nos ocurre ahora que aquel viejo slogan de nuestro diario que hacía referencia al “querer ser de Bolívar” cobra nuevamente sentido. Bolívar quiere ser pujante, desarrollada, receptora de vecinos. La Perla es ya un engranaje de ese “querer ser”.
