Aunque no parezca y muchas personas no lo palpen ni lo tengan en cuenta, en menos de un mes habrá elecciones.

Las famosas primarias, que en el orden nacional y provincial serán para los partidos mayoritarios una gran encuesta que pagaremos todos porque no hay competencia. En Bolívar es parecido, sólo un espacio tendrá competencia: Juntos por el cambio, los otros, el Frente de Todos encabezado por el intendente Marcos Pisano, y la Izquierda, con Miki Francisco como máximo referente.

A pesar de que sólo un espacio tiene competencia y que los otros dos sólo estarán en octubre con el 1,5 por ciento de los votos del total de la elección, por las calles de la ciudad ya se los puede ver, claramente identificados, a militantes de uno y otro grupo caminando, visitando vecinos, llevando la propuesta, en muchos casos hablando de la competencia por la Municipalidad, cuando todavía no han pasado las primarias; pero como la gente mucho no entiende, tampoco se encarga de corregirlos.

La gente está cansada de que le golpeen la puerta a cada rato, porque a los ya tradicionales Testigos de Jehová, que se los reconoce fácilmente, ahora, en medio de la crisis, se han sumado varios vendedores ambulantes que habían desaparecido. Si a ellos les sumamos los de las rifas, los que cobran cuotas de instituciones, etc., cuando llegan los políticos en campaña ya nadie quiere abrir la puerta.

Es cierto que son dos meses en dos años, y no todos los días le van a ir con la propuesta, el folleto, la boleta. Hay gente que ha militado, que algo entiende del tema y los escucha con atención. Hay otros que hasta les dicen qué proyectos podrían llevar adelante según su óptica, y también los hay aquellos que no creen en nadie y los despiden de entrada con el “me parece que este año no voy a ir a votar”.

Durante la semana las recorridas merman porque la mayoría trabaja y es poco el tiempo para salir, incluso los días son más cortos, y es difícil encontrar a la gente en sus hogares por cuestiones laborales o las que fueran. Pero los fines de semana aprovechan y salen en malón, ayer se los vio por la planta urbana, los barrios, algunos en las localidades, y hoy seguramente continuarán porque incluso el tiempo acompaña, fresco pero con el sol que hace agradable la pateada por la ciudad.

De acá en adelante serán sólo 3 fines de semana de más recorridas políticas, a medida que se acerque el día de la elección, más intensos, con más promesas y posiblemente con algún “souvenir” de lo solicitado en la visita anterior. La gente está preocupada por cuánto le vino en la boleta de la luz, la del gas, el costo del alquiler, etc. Pero la política no descansa, el show debe continuar, la campaña ya se largó y en menos de un mes iremos a las urnas.

Angel Pesce