El auge tecnológico que tiene en el teléfono celular su emblema y su ‘punta de lanza’ ha podido con casi todo, pero hay tradiciones que se empeñan en emerger, como un ave fénix que nunca asume su derrota. En el campo de lo lúdico, es el caso de los juegos de mesas del ayer, que en el Club Villa Juana serán los de hoy este inminente verano 2024, cuando en la colonia de arte y esparcimiento Marisol Inda saque a relucir -eventualmente- el Ludo, el Pictionary, el Juego de la Oca, el de la Vida, ¡el Jenga! y por qué no la legendaria payana, los básicos de naipes y hasta alguna alternativa que requiera más ‘materia gris’ para abrirse camino, como las damas o el siempre augusto ajedrez.

Claro que los juegos de mesa no serán la única opción para los pibes y pibas de entre 3 y 7 años que durante enero y febrero, por la mañana o por la tarde, se den cita en las instalaciones del populoso club de barrio, donde serán recibidos por la actriz de Vamos de Nuevo para divertirse, crear y compartir, en jornadas ‘libres de celular’ que incluirán jugar al carnaval con latitas, baldes, manguera y por qué no algunos globos de agua, ya que pileta no hay en el club. Un glorioso ritual que en cualquier esquina florecía, pero hace tanto ya, que aquella agua jocosa hoy sólo hidrata los aún encendidos recuerdos de los pibes del ayer.

Será la segunda vez de la colonia de artes y juegos que propone Inda; la primera aconteció durante las vacaciones de invierno de este año que se va, pero en el ámbito de Vamos de Nuevo, el grupo teatral al que pertenece la coordinadora y que tiene sede en la Biblioteca María Alcira Cabrera, en la casona de Falucho 780 que no podrá emplearse la totalidad de las ocho semanas iniciales de 2024.

La colonia funcionará de lunes a viernes durante enero y febrero, desde el martes 2, de 9.30 a 12 y de 14 a 16.30, con un cupo máximo de doce pibes por turno. La cuota es de 55 mil pesos por toda la temporada, y de 34 mil por un mes. Los interesadxs deben contactarse con Inda al 463253, o por sus redes sociales.

“Mirarnos a la cara, conectarnos persona a persona”

 “Trabajaremos de modo personalizado, por eso el cupo es chico. La idea es buscarle una ‘vuelta de tuerca’ al verano, dado que las demás colonias se centran en lo deportivo, enseñan a nadar y demás, y acá lo que pretendemos es descargar por el lado del arte”, resumió Marisol.

En la primera parte de cada encuentro Inda propondrá juegos físicos, como la escondida o la mancha, y, tras un breve descanso para desayunar o merendar según el turno, se abrirá el tiempo para las manualidades, leer algún cuento o improvisar con masa, ya que estará disponible la cocina de Villa Juana. También, si el piberío lo quiere se jugará al carnaval, o a algunos de los juegos de mesa arriba mencionados, obviamente a demanda de los protagonistas de la colonia. Rayuela, acaso bolita y otras opciones de ‘vereda’, también figuran en el menú eventual. Clásicos en dos meses que, al menos en Villa Juana y durante dos buenos ratos por día, todo se hará “sin pantallas alrededor, también con la intención de que nos miremos un poco más a la cara”, con lo que esa irremplazable costumbre implica en términos de calidad de vínculos, remarcó Marisol. Más aún, cuando se observan en los círculos infantiles y adolescentes una notable cantidad de pibas y pibes con “problemas de motricidad fina, que por ejemplo no saben tomar un lápiz o tienen el dedo gordo ‘marcado’ por el uso (abuso, vendría a ser) del teléfono celular. Entonces enchastrarnos para pintar y dibujar será la tarea, con el propósito de conectarnos persona a persona”, completó la actriz de VdN.

Chino Castro