A las 16.15 de la tarde los Bomberos dieron el alerta de que el autobomba salía rumbo a la zona de la laguna “Cabeza del Buey”, donde se había originado un incendio en unos rollos para pasturas.
LA MAÑANA se llegó hasta el lugar de los hechos y se encontró con Néstor Pérez, contratista rural, y su hijo Lucas, quienes se encontraban haciendo rollos de cola de soja en el campo de Real.
Los Pérez se disponían a sacar los rollos por un camino vecinal hacia el feed lot ubicado en cercanías de la Escuela N° 8 “Médanos de Robles”, sobre la ruta provincial 65.
A mitad de viaje, a unos 9 kilómetros del cementerio local, Pérez advirtió que comenzaban a incendiarse los rollos, lo que presume se produjo por alguna chispa surgida del caño de escape del tractor en el que tiraba un semi en el que viajaban los mencionados 20 rollos.
Al advertir Pérez y su hijo (que viajaba como apoyo en una camioneta detrás del tractor y el semi), que se incendiaba la carga, intentó hacer un par de maniobras en cercanías de un cañadón para que el agua ayudara a combatir el incendio. De poco ayudó el agua, ya que 18 rollos se quemaron en el momento y uno un ratito después, por lo que uno solo se salvó.
Cuando llegaron los bomberos el incendio ya había consumido todos los rollos, por lo que los uniformados se dedicaron a enfriar el lugar y controlar que el incendio no se extendiera más allá del acoplado en el que se produjo.
El acoplado sufrió daños totales porque le estallaron todas las cubiertas. Los bomberos trabajaron por más de una hora en el lugar hasta que se retiraron cuando el fuego estuvo extinguido totalmente.
