COLUMNISTA. De esto y aquello

Los peronistas buenos, que los hay aunque no se los ve, no saben cómo dar a conocer una nueva cara del peronismo, que bien podría ser la vieja, pero aireada para empezar en lo nuevo. A su vez los peronistas malos no saben cómo cambiar la cara para empezar de nuevo; pero como distintos. Que en política, nunca ha dejado de estar de moda no solo por estos lados, sino por el mundo todo. De los radicales no sabemos a esta triste altura si existen o no; y hablo de radicales, como tales. Porque sucede que buena parte se han pasado en tropel a los que parece se llevan el gato al agua. Pues, ganan siempre, desde hace un rato; aunque es casi seguro que con el tiempo han de ir mermando, dado que no van a terminar lo anunciado prometido; y si bien la gente está en otra cosa, pues la política ha huido de los cerebros y a pesar de que gana cualquiera, pues habrá que perseverar, para el cumplimiento puesto en la calle.

La derecha de siempre, está donde debe estar, es decir, en la derecha de siempre; que es la misma al presente pero con gente nueva que ha crecido, y que se ha sacado la corbata que es toda la ideología del momento. O sea, camisa abierta o cerrada, y está dando saltos entre una cosa y otra al punto que ahora y después de más de dos años hibernando, pues de golpe se han despertado, y han dicho que hay que hacer carreteras; pero eso sí, los amigos no el Estado. Que la última tendencia es que el estado sean los amigos; y en consecuencia, las carreteras las harán los amigos para que el estado no las haga mal. La calidad en los últimos años por aquí y por el mundo pasa por los amigos que por supuesto ganan las licitaciones

Lo que si no cabe duda es cómo andan los políticos con las políticas que deberían ser sus políticas, pero los políticos de hoy nacen sin propuestas, que de verdad sirvan, a los demás. Y en consecuencia de todo lo anterior, y sobre todo, el hecho de que exista el kirchnerismo, o que, por ejemplo, no exista el radicalismo sucede porque nadie de los que andan en la política saben de política ni de políticas; e incluso y aunque parezca mentira, buena parte no son argentinos aunque hayan nacido por aquí; quiero decir que nadie ama la patria y sin ir más lejos alguien ha oído esta palabra en los últimos meses, pues no, nadie la ha oído, y por si fuera poco son los nietos y bisnietos de quienes trabajando de sol a sol hicieron la Argentina; y que ellos o sea, estos, sin vergüenza alguna están destruyendo.

Es decir que a esta altura no les ha quedado ni el orgullo; y ahora, cuando las papas queman, se echan a destajo a buscar los papelitos del abuelo y terminan en Salamanca o en Venecia aplaudiendo que bien se vive en estos lados, mientras lavan y secan, platos y vasos. No todos, ya lo sé. Pero la imagen es la imagen. De hecho es tremendo que el abuelo construya el país llamado Argentina, y el bisnietito lo hunda para ir a Europa a fregar en las cocinas. Genial.

O sea todo un adelanto; y es así como de golpe y porrazo votamos a un señor sin experiencia en nada y sin asiento político pero con gente que lo lleva y trae y le dicta lo que hay que hacer Pero si tiene el señor una manera especial, muy histriónica de andar por el mundo, como el que ha descubierto la derecha, y por si fuera poco recogiendo premios. Aunque los del otro lado salen a decir que nadie le dio el premio que dice ni lo que dice se dijo. O sea, vaya curiosidad ir por el mundo gritando lo mejor; y por atrás otro diciendo que lo que dijo no se dijo y que lo que se dijo era en otro momento y no recibió premio alguno.

De todas maneras, lo que ha de pasar depende de las alforjas que lleven a la espalda, pues la política argentina y parece que la del mundo, no se mueve, sino hay algo de peso en el horizonte. Que la falta de ideología y como cosa rara, pero de peso, alienta el bolsillo. Y al cabo y como se ve en los últimos tiempos el bolsillo es el pienso del cerebro, aunque todo va quedando en agua de borrajas. Bien sea por estos andariveles o por los de más allá. Nunca la generalidad de los políticos ha sido tan mala y para ello solo hay que mirar las escuelas y no solo por aquí, sino también por allí. Por el mundo. Para muestra el dinero que han obtenido los amigos de Ucrania a la vez que la han hundido y nadando en toneladas de sangre. Ya verán cundo llegue el conteo y no haya hombres, porque han muerto, gracias a quienes los alentaban desde el Arco de Triunfo o desde el Támesis, o desde Berlín; y por si algo faltare haciéndose los machos.

Y por eso no deja de ser llamativo, por lo asombroso y peregrino, que todos los gobiernos que en estos momentos, sobre todo europeos, que van en caída libre y por si mismos sin que nadie los haya empujado, hayan tenido como hijo predilecto al único nazi en ejercicio. Que países que han tenido el nazismo se dediquen a sustentar a los actuales nazis, no deja de ser llamativo y patético. Y sin duda, algo pasa por la cabeza de cada uno y no es nada nuevo por la falta de patriotismo y de políticas de alto vuelo esté ayudando en miles de millones de dólares al nazi y con este verdor a ellos mismos. Y lo tremendo, ayudar al enemigo ideológico que en su momento causó millones de muertos. Y en este momento con la ayuda de los europeos han matado a los jóvenes.