CENTRO CÍVICO. Con una esperanza alerta en la voz, los maestros recordaron y proyectaron

Docentes agremiados en el SUTEBA, UDOCBA y FEB se nuclearon anteayer junto a personas del común -muy pocas- en el Centro Cívico, para llevar adelante en nuestra ciudad la jornada de visibilización del reclamo docente que en el país impulsó y organizó la CTERA, de la que SUTEBA es gremio de base.

Los puntos que se reclaman fueron enunciados en nuestra edición de anteayer, cuando desde el SUTEBA organizadores locales de la movida convocaron a conferencia de prensa para dar a conocer lo programado. Estuvo asimismo representado el miércoles por la tarde en el Cívico la CGT seccional Bolívar-Daireaux.

Durante el rato que duró el encuentro, se dirigieron a los presentes históricas dirigentes del SUTEBA local: Analía Galaz, Mara Pérez, Elena Sánchez y Sandra Roldán, junto al también histórico Carlos Teijón, quienes recordaron los mil tres días de la Carpa Blanca que a partir del 2 de abril de 1997 los maestros le plantaron al gobierno de Menem en plena cara, hasta conseguir 'arrancarle' algunos de los puntos que le demandaban, entre ellos uno que resultó el símbolo de todo el plan: el FONID, Fondo de Incentivo Docente, que todos los gobiernos desde entonces respetaron hasta que llegó Milei y le pasó su ya tristemente célebre motosierra.

Básicamente, las maestras mencionadas, ya jubiladas, contaron cómo se desarrolló la militancia en Bolívar, donde ellas trabajaban en los convulsionados noventa, siendo muy jóvenes, con magros salarios y en muchos casos con pibes a cargo y un hogar que sostener.

También dijo un poema el actor y docente (recientemente jubilado) José María Alabart, y expresó lo suyo Luis Rodríguez, de la CGT y UDOCBA.

El programa fue sesgándose hacia la evocación de la lucha docente desde los días de la Carpa Blanca de la Dignidad. No resultó arbitrario, ya que algunas de las vicisitudes que los educadores debían enfrentar en aquellos tiempos por sus caquéxicos haberes y el destrato/atropello del gobierno nacional, vuelven a cobrar vigencia en un presente angustiante para los trabajadores argentinos en general, lo que por supuesto incluye al sector.

Además, se emitió un audio con el testimonio de Graciela Vanzán, una de las fundadoras locales del SUTEBA, quien desde La Plata, donde reside, instó a ponerle un freno institucional a la motosierra de Milei, así como en estos días la organización política forzó que se bajara de la lista del oficialismo José Luis Espert y que renunciara a la comisión que presidía en el Congreso.

Cabe recordar que en esos mil tres días de Carpa Blanca, la medida de protesta (además de la propia estructura en sí levantada frente a las narices de Menem y su funcionariado, por la que pasaron infinidad de artistas y líderes de opinión a brindar su apoyo al sector) era ayunar. Fueron protagonistas junto a docentes del país dos bolivarenses: Graciela Salagardoy -dos veces- y Graciela Vanzán (no es nacida acá, pero podríamos considerarla como tal ya que vivió y trabajó muchos años entre nosotros, y además en Bolívar formó su familia).

"La imaginación política no es inventar algo, en cierto modo es inventar un pasado. Lo fundamental de la imaginación política es ser capaz de inventarse antecedentes", opina Cristian Sucksdorf. Si esto es así, aquella Carpa Blanca de la Dignidad, que esa fue su certera denominación, constituiría una arcilla sagrada con que elaborarse un futuro de lucha y compromiso, y esto correría en particular para los maestros y maestras, pero en general para los trabajadores/as argentinos, que reinventando aquellos días e imprimiéndoles una pátina de actualidad podrían moldear un cielo donde quepamos todxs, sin lugar para motosierras contra los débiles ni para pisarles la cabeza siempre a los que menos tienen.

"A olvidarnos de los teléfonos celulares y recuperar el cara a cara"

Con la elocuencia de siempre, la inquebrantable Analía Galaz, otra de las fundadoras del SUTEBA acá, convocó anteayer a "dejar los teléfonos celulares" para las nimiedades y cosas pequeñas, y "recuperar el cara a cara: si perdemos esa forma del contacto, lo habremos perdido todo", espetó sin ambages la exsecretaria general del SUTEBA Bolívar, durante su intervención en la jornada de protesta y visibilización del sector en el Centro Cívico (ver nota principal).

Galatz evocó con emoción y orgullo la militancia docente de fines de los noventa en el país en general y en Bolívar en particular, cuando "íbamos en bicicleta escuela por escuela" para convocar docentes y pedirles su adhesión a un plan de lucha nacional que terminaría erigiéndose en la piedra fundamental de derrota del menemismo, ya que con la Carpa Blanca como ícono consiguió, incluso sin proponérselo, cohesionar muchas demandas sectoriales hasta erigirse en la punta de lanza de trabajadores y excluidos que terminó derribando el orden imperante y produciendo el estallido del 2001, del que surgió algo mejor aunque no haya durado lo suficiente.

La emblemática dirigente instó al compromiso, a involucrarse, a asumir con responsabilidad los cargos y representaciones docentes y a no decir "cualquier cosa" en los escenarios de la lucha. Y también convocó a la esperanza, con un fundamento insuperable: hubo un tiempo en el que, acaso como hoy, todo parecía perdido, pero la imaginación, el coraje, la voluntad de pelea e incluso la paciencia de los maestros parieron una Carpa que siempre será mojón en nuestra historia, insumo para cualquier laburante que lleve su condición de tal con la frente bien alta.