AYER. Ningún muro más querido de Los Zorzales en la extensión

En la plazoleta del barrio Los Zorzales (intersección de las calles José Hernández y Belgrano), y para poner el broche al proyecto Colores que no se borran, el martes por la tarde quedó oficialmente inaugurado el restaurado mural alusivo a nuestros excombatientes de Malvinas que fuera plasmado originalmente en abril de 2017 por el plástico Isaac Benapres, convocado por los vecinos de la barriada que en aquella ocasión colaboraron con el artista junto a chicos del lugar.

El mural restaurado lleva al pie la firma del Banco Credicoop; la Escuela de Artística; la FM La Portada, que es la radio del barrio y mucho más que eso por toda la labor solidaria que despliega, y la cooperativa escolar Ecoarte, de la Escuela Secundaria N° 4.

Por iniciativa de la gente de la radio y de la dirección de la Escuela de Artística -recordó el director de La Portada, César García- se organizó el operativo reciclaje, para el que pusieron sus manos y pinceles estudiantes del taller de Arte Urbano de la citada institución educativa junto a sus pares de la Ecoarte, acompañados por el vecindario del barrio. Las técnicas empleadas fueron pintura, stencil, sombreado e iluminaciones, como precisó una de las realizadoras.

Cabe destacar que el mural se deterioró por el paso del tiempo, con sus lluvias y sus solazos, nunca fue atacado por nadie con graffitis, productos ni objetos, como puso de relieve el mencionado García.

Junto al público en general -vecinos/as y pibas/ es del barrio-, estuvieron presentes -entre otros/ as- la inspectora jefa distrital, Luján María Jorgelina Berdesegar Lobos; la inspectora de Educación Artística, Bárbara Pérez; las directoras de la Secundaria 4, Karina Di Palma y Miriam Colombo; la directora de la Escuela de Artística "Santos Vega", Mariela Holgado (junto a la secretaria, Lorena Marisol Vega, que hicieron las veces de presentadoras del acto), y excombatientes bolivarenses de Malvinas.

Arte, Memoria y Soberanía se tituló el proyecto en el que se encuadró el recupero y puesta en valor de este mural. Pertenece a la Escuela de Artística, y está motivado por los veinticinco años que la institución está cumpliendo en 2025.

'Recuérdenos en cada estrella (no está la palabra escrita, sino estrellas delineadas). Soy mi tierra, mis cicatrices, mi historia', reza la obra, que tiene dibujados el rostro de un soldado en postura de combate, el citado puñado de estrellas y también el crucero General Belgrano con el número 649 fulgurante en el lateral a la vista (fue la cantidad compatriotas caídos durante el conflicto bélico). Todo, montado sobre una gran bandera argentina.

Cumpliendo con lo programado, hicieron uso de la palabra Luján Berdesegar, quien se dirigió a los presentes a un tris de estallar en llanto, por lo que la convocatoria le provocaba en términos emotivos; Luis María Herrera, exluchador bolivarense en la guerra en las islas del Atlántico Sur; Yasmin González, en representación de las/los estudiantes que plasmaron la restauración; Bárbara Pérez; Susana Fittipaldi, presidenta de la comisión de Asociados del Banco Credicoop; César García; Yamile Berdesgar, integrantes de la cooperativa Ecoarte; Isaac Benapres (a través de un audio), y Eder Corbetta, profe del taller de Arte Urbano de la "Santos Vega" (Todos discursos breves, de otro modo aún estaríamos allá.)

Durante la ceremonia, la comisión de Asociados del Credicoop entregó presentes a César García y Eder Corbetta. El corte de cintas para dejar inaugurado el mural repintado, estuvo a cargo de referentes de las instituciones que motorizaron la iniciativa y de sus ejecutores, los pibes. Musicalizó el segmento una canción compuesta por alumnos de la Escuela de Artística junto a su profe de Música, Juan Pablo Moura.

"Cada trazo fue una chispa de memoria contra el viento helado de la historia"

"No fue sólo pintar una pared, sino debatir, imaginar y transformar juntos una imagen en memoria viva", dibujo Eder Corbertta.

"No era sólo restaurar un mural, sino restaurar una voz .Cada pincelada es un gesto de memoria, un puente tendido entre nuestro pasado y nuestro presente. Murales como este, dedicados a Malvinas, son al mismo tiempo homenaje, denuncia y reflexión permanente sobre los sentires del pueblo argentino. Su descascaramiento u olvido no significaría únicamente la pérdida de una obra visual, sino también de un soporte esencial de nuestra memoria colectiva", dijo la formadora.

"El trabajo colectivo nos enseñó que cada trazo suma, que cada voz importa, y que cuando unimos ganas, voluntades, capacidades y miradas, podemos construir algo mucho más grande que lo individual. Así, hombro con hombro, idea tras idea, color sobre color, descubrimos que el mural no es sólo pintura en la pared, es un latido compartido, una forma de decir que Malvinas vive en nosotros", avanzó.

"No todo fue sencillo. Hubo momentos en los que el clima no acompañó, y el frío se hizo sentir. Sin embargo ese frío se volvió diálogo, palabra y conocimiento, conectándolo con lo que atravesaron nuestros soldados en Malvinas. Cada trazo fue entonces una chispa de memoria encendida contra ese viento helado de la historia", remató la docente del taller de Arte Urbano de la Escuela de Artística.