COLUMNISTA. De esto y aquello

Se están renovando para no ser diferentes, al cabo una manera de decir lo mismo que el famoso italiano; pero distinto, o sea, en español. Lo curioso es que todos quieren hacer algo y es casi seguro que ninguno o ninguna harán nada; y supongo y recuerdo, que este país lleno de beligerantes políticos tiene y no han bajado, sino subido, los mismos cincuenta por ciento de pobres que hace dos años pues el actual gobierno esperando el número y a dos años vistas, no solo tiene los mismos pobres, sino que los ha acrecentado; y que hace ya muchos años que suman por desgracia medio siglo; al punto, que en los cambios de políticos casi siempre iguales o ligeramente desiguales, suben un dígito y si alguno los baja con los dedos de una mano alcanzan. O sea, que este desquicio no se termina nunca, porque se les ha metido en la cabeza que nunca tenga punto final; quizás, porque son malos o porque y es casi seguro, ninguno sabe nada. Y sin embargo, cuanto peores son, más votos reciben; y además las peleas entre los unos y los otros, que espantan; y sin que nadie se arredre al distinguir a los que nunca han hecho nada para la patria y quienes la sustentan.

Que son precisamente los políticos, al menos de los últimos cincuenta años, pues hubo un tiempo, ya lejano, que los hombres y mujeres, estaban orgullosos de esta nación que figuraba entre las seis del mundo. Pero hoy en día justamente los masacrados son aquellos que la hicieron grande, que en la práctica parece o eso se traduce, que ha sido un pecado hacerla rica. O sea, que vengo diciendo con plena conciencia, que aquellos abuelos hicieron la Argentina próspera para sus hijos y por si no faltare hasta les dieron una Universidad gratuita; y sin embargo los nietos y biznietos de aquellos no solamente han roto los bolsillos de todos sino que una de sus mayores labores ha sido romper la Universidad. Y sin embargo, parece, de acuerdo como uno otea la cotidianeidad, que la culpa la tiene el dólar; que es un guacho que se mueve solo. Y en eso estamos, durante más de cincuenta años, en tener más dólares, o menos, o ninguno.

En dos años del actual presidente que ahora trepida de un lado al otro buscando a políticos que, curiosamente, le sobran. Lo cual no deja de ser otra anomalía propia de gobierno que no solo no ha dado un solo puesto de trabajo sino que es incapaz de tapar un pozo de cualquier carretera. Y al parecer lo de siempre, que es necesario votar al menos malo. Y de ahí no se sale; y ello elección tras elección. Que ya es decir que nunca haya uno bueno. Uno, que de una buena vez entusiasme y siga entusiasmando al menos durante cinco años. Pero parece que la cosa no va, ni por buen camino, ni a la velocidad debida. Porque sucede lo de siempre, que siempre estamos esperando que lleguen las elecciones pertinentes, para tener el pertinente anuncio; aunque por lo regular todo queda en agua de borrajas. Y está todo desastrado que la gente en su casi totalidad espera el famoso anuncio; aunque cada vez está más segura que solo es espera. Y los que esperan de estas elecciones se van a desesperar.

De la misma manera que se han desesperado los grandes después de la entrevista en Anchorage que solo ha servido para dos cosas, que tienen un aeropuerto importante y una ciudad mucho más grande de lo pensado; y la otra es la que ya se sabía que el hombre es Putin y que no toma Kiev porque desde el primer día no busca bajas en sus tropas al divino botón. Y además porque es hora que la gente no escuche a los nazis ucranianos y empiece y aprenda a mirar la realidad. Cuando se haga el conteo de los muertos van a tomar conciencia que un altísimo porcentaje de hombres jóvenes han muerto y que Ucrania no tiene jóvenes y que no los ha matado Putin; sino ellos mismos, los nazis, y los europeos, que les ha dado por aplaudir a los nazis, librando batallas lejos del Arco de Triunfo o del Támesis o de la famosa calle de los tilos de Berlín. Y ahí están. Han matado a sus propios hijos y eso es lo que se ha visto en Anchorage. Y Trump ni los ha invitado. Por otra parte, éste, ya sabía lo que iba a decir el ruso; y entonces uno se pregunta para que tanto desenvolvimiento. De todas maneras seguro que en el fondo o no tanto, hay otras cosas que pasan por encima de Ucrania que ya está muerta; y hay otras cosas de las cuales ya nos enteraremos.

Y los líderes europeos son tan bajitos de cerebro político que ahora quieren participar en lo que se habla de Ucrania, que ellos y solo ellos, han destruido; y resulta que el norteamericano que se mete de entrometido quiere sacar tajada del desastre y ponerse de acuerdo con Putin que es el que ha hecho el gasto, aunque le va a ir muy bien, porque solo con los territorios rusos ya está. Aunque Ucrania fue siempre rusa Y en definitiva ha sido el bienhechor y cuando alguien dentro de unos años haga los balances dirán y menos mal que llegó Putin y mando a parar. Pero el asunto o el meridiano pasa básicamente por las famosas tierras que al parecer y después de tantos milenios se han dado cuenta que se puede hacer rico solamente con puñaditos de tierra. Claro que no todas las tierras sino algunas. Pero se está viendo que no bien se avivan resulta que la mayoría tiene de esas tierras en más o en menos cantidad; y por estas tierras también abundan esas tierras. Pero lo único importante lo ha dicho la señora Carrió, que invita a "mantener con estoicismo nuestros valores. Porque la victoria es sostenernos en las creencias".