21 de agosto de 2025
El periodista bolivarense, que cubre la actualidad de Independiente para TyC Sports, fue testigo de los graves incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América.
Hoy los hechos de violencia registrados durante la noche del miércoles en el estadio "Libertadores de América" están en boca de todo el mundo. La cuestión ya excedió lo futbolístico, pasó al plano policial. Los delincuentes disfrazados de hinchas y señalados como "barras bravas" fueron lamentablemente los protagonistas del espectáculo, relegando a un segundo plano lo deportivo.
Independiente y la U de Chile no pudieron completar su partido por Copa Sudamericana en Avellaneda, un encuentro decisivo porque definía la continuidad o eliminación de ambos de la competencia internacional. Sólo se jugó un tiempo; tras el descanso de los jugadores ganó la barbarie.
Todo habría comenzado cuando hinchas chilenos arrojaron elementos contundentes desde una de las tribunas superiores del estadio, con el fin de lastimar a los hinchas de Independiente ubicados unos metros más abajo. No intervino la policía para frenarlos, ni tampoco actuó cuando los barras del Rojo subieron por la venganza. Fue una zona liberada completamente al descontrol, que pudo haber terminado de tragedia. Las imágenes provenientes desde Avellaneda fueron vergonzosas, lamentables.
Allí, entre los miles que fueron a ver un partido atractivo de fútbol, definitorio, pensando en cuál de los dos equipos clasificaría y no en ver a quién se podía dañar, estuvo el bolivarense Germán Alcain. El periodista de nuestra ciudad cubre la actualidad de Independiente y le tocó ser testigo de los terribles hechos que se produjeron en la noche de Copa. Afortunadamente no le ocurrió nada grave, estuvo lejos de la zona de palazos, fierrazos, de lanzamiento de proyectiles, de la estúpida guerra para ver quién es el más "polenta".
Así vio Germán la noche negra del Rojo:
"Fue una jornada triste la de ayer, penosa. La verdad que lo que se vio en las tribunas fue salvaje. Yo estaba en lo que sería la tribuna Bochini, al costado, en una de las plateas, y esto se dio en la popular alta, que ahora ya es platea Sur Alta".
"Creo que el principal error estuvo en aceptar las características de cómo recibir al público visitante. En primer lugar porque se trataba de la hinchada de la U de Chile, que no son nenes de pecho, no es una hinchada cualquiera. Era imposible pensar que se ubique a esas 4000 personas arriba de los hinchas de Independiente. Ese sector, actualmente, es una platea para el público local. Entonces, desde hace varios años, ese lugar que antiguamente era la popular visitante ya no tiene ni la reja ni una red de protección. Y ayer se aceptó el operativo sin policías ahí adentro, en esa tribuna; podría haber armado al menos un cordón para que los hinchas no estén tan ahí, prácticamente al lado de los argentinos. Porque la realidad es que asomaban y tiraban cosas hacia abajo, sin nadie que los separe.
"Cuando entró la barra se me hizo un nudo en el pecho. estaba claro que íbamos a presenciar una masacre".
"Había una escasa seguridad privada y obviamente era imposible que se meta a separar por los pocos efectivos, en tanto que Policía argumentó que en estos casos interviene solamente si hay fuerza extrema... Si lo de ayer no fue fuerza extrema, entonces no sé a qué se refiere. Hubo gente tirando de todo hacia la tribuna de abajo por más de cuarenta minutos. Arrancaron butacas, baños, conexiones de luz, de agua, tiraron caños, violentaron un cuarto de guardado y arrojaron botellas, palos de escoba y todo lo que encontraron. Fue una barbarie"
- Cuando entró la barra de Independiente a la tribuna de los chilenos, a mí se me hizo un nudo en el pecho, porque estaba claro que íbamos a presenciar una masacre. Dios quiera que no haya ningún muerto, pero hay algunos heridos que están graves... Imagínense en ese momento: dos o trescientos tipos entrando con facas, palos y todo lo que podían tener a mano para masacrar a los chilenos. Era estar a unos 40 metros mirando todo eso, sin que nadie intervenga, con una inacción policial o de cualquier tipo de organismo de seguridad en absoluto. Fue terrible, penoso. Coincido en eso de que no estamos preparados para recibir hinchadas visitantes.
"Hoy me tocó recorrer la Sur Alta y parecía un escenario de post guerra. Estaba todo roto, despedazado. Rompieron un lugar donde vendían comida, había restos de comida en el piso, puertas, portones, palos, hierros, aluminios, todo violentado".
"Ahora es lamentable ver cómo se pasan la pelota entre Seguridad, Conmebol, el Club. Independiente le otorga responsabilidad sólo al comportamiento del público chileno cuando la barra brava local no tendría por qué haber tenido acceso a ese sector... En un momento, todo el estadio estuvo completamente descontrolado, podría decir que en las cuatro esquinas. Toda la gente de Independiente terminó adentro del campo de juego; era una imagen similar a la que se da cuando un equipo sale campeón, pero en este caso fue debido a todos estos hechos lamentables. Fue un desastre".
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