COLUMNISTA. De esto y aquello

Parece mentira que desde tiempo inmemorial se viene hablando de los yacimientos petroleros vendidos al mejor postor o alquilados para ver qué pasa, o perdidos, por desconocimiento del terreno; quizás porque están un poco lejos. Pero siempre y desde años ha, dinerales perdidos porque todos los que ha andado alrededor son unos perdidos; y lo más curioso es que nadie lo arregla y van años perdiendo futuro por la simple razón que hay ausencia de presente, dado que todos estos emprendedores rufianescos con lo ajeno, primero hacían dinero con los socios extranjeros, después entre argentinos para no andar mucho, y después y entre los distintos sectores; léanse los que surjan de las investigaciones que ahí está el miedo porque en una de esas resulta que caen a la cárcel todos los que durante años han pasado forrándose con la empresa que es de todos; pero curiosamente, siempre es de unos pocos.

Lo cual parece cosa del famoso Mandinga y da para preguntar o recordar a quien sea, cuanto estamos perdiendo, cada argentino, con todas la minas que a lo largo y ancho están en manos extranjeras, aunque es de suponer que algo dejarán; al menos donde no deben. Da para pensar porque debe ser infernal la cantidad que pierden los dueños o sea los argentinos todos, y parece broma porque al final tienen que recurrir a los jubiladitos, que son los ricos del país. Seguramente en este momento estamos pagando alguna cuestión económica, y necesitan del dinero de los médicos de Pami; porque al fin y al cabo, siempre son los viejos y ahora, también, quienes los tratan. Es decir que ahora por orden de no se sabe quién, les meten mano, y les sacan -a los médicos-cantidades exorbitantes del dinero mensual que facturan; y todos tan tranquilos, ya sea la Federación o el Colegio.

Nunca se ha basureado tanto a los médicos como en la actualidad, pero singularmente a los del Pami. Yo creía que mi factura era mi bolsillo y te meten la mano como si tal cosa; y viva los patanes que curiosamente son abundantes. Y menos mal que cada jubiladito vale tres mil pesos que con eso tenemos para pagar la venida del famoso número que cambiará el país; y hasta podríamos pagar el asunto este del petróleo y dejarse de embromar. Porque la cantidad de políticos que venden a YPF es la misma cantidad que hunde al Pami y a quienes lo sufren En una palabra que Argentina da para más porque abundan los que pueden dar más pero siempre votamos a quienes dan menos. O sea, que por encima de todo dan pena. Porque parece mentira que, en la patria de Sarmiento y Roca, la vida de todos se sustente en pequeñajos es tremendo. Yo he hecho el cálculo de un hombre o mujer que han trabajado toda su vida y calzan ochenta, y a todos les han sacado alrededor de cuatro productos brutos y eso que quienes lo han hecho no son brutos; y en realidad y si me equivoco que cada cual ponga lo que le parece. Y mientras tanto el señor presidente a la puteada cotidiana y el país entero teniéndole la vela. Que en cualquier momento somos campeones.

Sin embargo, y aunque parezca mentira, este es un país donde valen fortunas los toros y poco los hombres; y algunos a decir verdad y como está la cosa, nada. Es un país muy olvidadizo al punto que sin ir más lejos nuestro señor presidente se olvida que lleva dos años y el pescado sin vender, y por si no bastare huele y a este paso cansino le va a dar el tufo en la cara y de lleno; porque olvida, metido en sus números, que es de esperar en todo caso, pero olvida que los números sostienen hombres, mujeres y niños; y hasta viejos y viejas faltaba más, que si bien al señor Milei no le desazonan, si le van a pasar la factura. Porque al parecer a este señor por encima de todo impresiona como que solo le interesa los votos y los vetos y ahí está toda la patria metida. En realidad es una pena que ningún civil acierte con el ojo de la cerradura y continuemos siempre al aire libre; con buena parte del país aterido.

No es casual que el cotarro esté revuelto; por un lado, como siempre, los de siempre, luchando a brazo partido para no caerse, y presentes cada uno de ellos que quieren estar izando la cabeza para que los vean; y enfrente o al costado o un tanto, juntándose. Mientras que el otro por el interior cortando amarras por un lado y tratando que los nudos sean susceptibles de un cambio en donde se deshagan los improperios antes de salir. Es la lógica que después de tanto andar y de tanto gritar se han ido buena parte de estas uniones que al principio no han sido bien vistas se las ve bien, pero pueden llegar al desaire y a la balcanización. Que las cosas echadas a rodar, nunca se sabe a dónde van a parar. Al punto que de golpe y casi sin avisar aparecen gobernadores juntos y asociados aventando el diario trajinar a la vez que prometen nuevos r umbos y es de esperar que tengan la verdad y el peso que la nación necesita.

Porque aunque no se diga desde media docena de meses Milei es otro, distinto al que que se vio, salvo en los insultos desde lejos y a quemarropa que seguirán su rutina. No hay vuelta de hoja pero la hoja ha empezado a ser llevada por el viento sin que a nadie se le ocurra recuperarla. Daría la impresión que se está quedando solo y de no mediar algo importante a pesar que espera las elecciones, no le van a servir de mucho aunque gane. Porque no va a ganar ninguno, o todos van a sacar algo, pero la República se verá en el aire del revoleo.