10 de agosto de 2020
Desde el comienzo de la cuarentena, allá por mediados de marzo, uno de los lugares públicos que se cerró fue el parque “Las Acollaradas”. La prohibición de realizar actividad física de los mayores y la de recreación de los niños hizo que al principio se respetara.
Pero poco a poco, con el avance de las fases y las posibilidades de hacer deportes y de que los niños accedan a lugares de esparcimiento; aunque no a los juegos, el parque pasó a ser una opción, prohibida, pero una opción que muchos tomaron.
El hecho de que la plaza Jorge Newbery fuera remodelada y se quitara el tapial sobre calle Alberti que delimitaba ese espacio verde con la ciudad propiamente dicha, hizo que ya el ingreso al parque en vehículos menores ya no fuera imposible, porque la plaza está lindera al parque, y si bien el pórtico se cierra, con sus cadenas y sus portones, la plaza no.
Es así que desde hace ya vario tiempo vemos cómo no sólo ingresan al parque aquellos que viven en el barrio María del Carmen y optan por ir por dentro de “Las Acollaradas” para acortar camino en bicicleta o en moto, sino que también lo hacen otras personas. Primero empezaron algunas parejas que asiduamente van al parque a caminar, después se animaron los que sacan a pasear el perro, y así hasta llegar a los días primaverales que tuvimos la semana que se fue, donde la gente se volcó por completo al pulmón verde mayor que tiene la ciudad.
Muchos vieron que hay gente que ingresa tanto por la tranquera de Rafael Hernández como por la Plaza Newbery y el propio pórtico; pero hay otros, los que van en auto, que no pueden hacerlo mediante la opción A ni por la B, entonces se fueron hasta el guardaganado de ingreso frente al Club de Golf , dejaron el vehículo allí e ingresaron sin problemas.
Hasta ahora el municipio no ha tomado cartas en el asunto. Es mucha la gente a sancionar o multar en el caso de intervenir, y como no tenemos circulación comunitaria, los que se contagiaron en su mayoría ya están recuperados, y los casi 150 días de aislamiento cansan a todos, ha preferido hacer la vista para otro lado.
El bloque de JUPROC que lidera Nicolás Morán ingresó en el Concejo Deliberante un proyecto pidiendo por la reapertura del parque, con protocolo y demás. Sería algo atinado, sería sincerar algo que ya pasa, y de manera ordenada se podría controlar los ingresos y egresos. Claro, está la responsabilidad individual de no ir a compartir un mate y demás; pero eso ya corre por cuenta de cada uno, tendríamos que saber que tenemos cuidarnos todos; aunque a algunos les interese un rábano esto del Covid.
El parque está “cerrado” desde mediados de marzo. Sería bueno que vuelva a abrir sus puertas, con las medidas preventivas que hagan falta, para hacer deporte, para pasar el rato, para lo que fuere, para lo que ha servido siempre, en realidad.
Angel Pesce
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