14 de junio de 2020
Escribe: Mario Cuevas
Chany Suárez comenzó cantando en las peñas y en una de ellas llamó la atención a César Isella, quién la convocó para participar en una canción con poesía de Armando Tejada Gómez, ‘Breve historia de Juan’. Era una zamba ópera al decir de Chany porque tenía tres personajes: Juan, a cargo de Isella, María, personificada en Chany, y el pueblo, representado y cantado por el Quinteto Tiempo. La obra ganó un premio en un certamen que organizaba la U.B.A e inmediatamente Isella la incluyó en “Hombre en el tiempo” (1971), álbum que estaba grabando en ese momento.
Ya en su segundo disco, “En caso de vida” (1976), se vislumbra su voz distinguida y una inusual astucia para elegir su repertorio. Destaca la canción que le da el titulo al disco, ‘En caso de vida’, de Litto Nebbia y Mirta Defilpo, (repite con Nebbia en ‘Igual’), cuyo estribillo se erigía como un faro en una época aciaga y oscura: "Nadie se vuelve libre con sangre ajena…". Chany también realiza una sentida versión en castellano de ‘Fe ciega, puñal salvaje’ de Milton Nascimento; el universo de Silvio Rodríguez se hace presente en ‘Yo digo que las estrellas’ y la dupla Piazzolla-Ferrer en ‘La primera palabra’.
Su habilidad para moverse cómodamente en los diferentes géneros de su repertorio, y el nivel de los músicos que la acompañan (Dino Saluzzi, Manolo Juárez, Litto Nebbia, Daniel Homer), hacen de “En caso de vida” un disco fundamental de sus inicios.
En “Abierto al jubilo” (1980), su cuarto trabajo, convoca a Julio Lacarra (su hermano), Rubén Rada, Litto Nebbia como autores e interpreta, además, la ‘Zamba del laurel’, hermosa pieza con letra de Armando Tejada Gómez y música del Cuchi Leguizamón. La letra de esta zamba pertenece a la obra ‘Canto Popular de las Comidas’ que la valió a Tejada Gómez el premio Casa de las Américas en Cuba en 1974. Chany ya se había encontrado con el poeta en Cosquín dos años antes, pero el espaldarazo definitivo se lo da el Cuchi cuando envía una carta al sello grabador, conmovido con la interpretación de la cantante. “En toda zamba hay una baguala dormida, y la Chany ha sabido despertarla”, diría Leguizamón en una entrevista por radio.
En 1982 publicó “No te rindas”. El título del álbum es un extracto de la canción de Roque Narvaja, ‘No te rindas Malena’. Chany confesó que “sintió ese ‘¡No te rindas!’ como una palabras por demás significativas cuando en plena vigencia de la dictadura militar se le revelaron como un simbólico llamado de la resistencia social cada vez más firme y numerosa.”
El personaje de la canción, Malena, es una rubia quinceañera en conflicto con el mundo de los mayores cuando le dicen que se olvide de sus convicciones y trate de triunfar a cualquier precio.
La cuestión es que Chany transformó ‘No te rindas Malena’ de Narvaja en una canción de resistencia y la acercó a la Malena del tango, creando un arreglo que incluye bellas líneas de bandoneón a cargo de Daniel Binelli.
‘Mujeres’ y ‘La maza’ de Silvio Rodríguez’; y la hermosa ‘Canción de lejos’ de Tejada Gómez e Isella también se distinguen en este disco que contó con la dirección de su esposo y guitarrista Daniel Homer.
En 1985 se conectó con Jorge Dalto, talentoso pianista argentino con una más que valiosa carrera en Estados Unidos. Dalto, quién integraba la banda del guitarrista George Benson, era un confeso admirador del arte de Chany Suárez y la convocó para grabar un álbum en Nueva York. Allí la esperaba Dalto con Eddie Gómez, quién por más de un década integró el trío del pianista Bill Evans; Peter Erskine, baterista que integró Weather Report entre otras bandas; de estos pagos se sumaban Daniel Homer, Lalo Homer en guitarra y Obi Homer en bajo entre otros.
“Horizontes” (1985) fue una especie de lanzamiento internacional y le permite realizar presentaciones en Estados Unidos para la comunidad latina.
Volverá a recurrir al Cuchi en “Mujer Mujer” (1984) cuando realiza una picante versión de ‘La arenosa’ y en “Con los pies en la tierra” (1986), interpretando ‘Bajo el azote del sol’, zamba con una conmovedora historia detrás. El Cuchi la eligió para que cantara en el Festival de Cosquín una zamba que él había compuesto con letra de Antonio Nella Castro. La cantante se presentó con Daniel Homer en guitarra y comenzó a desgranar esta bella zamba: “Bajo el azote del sol / Está sangrando el verano / Mientras la tarde castiga / La tristeza de los ranchos” ante el público maravillado. ‘Bajo el azote del sol’ resultó ganadora a la mejor composición esa noche de Cosquín. Y allí, sobre el escenario, compositor e intérprete festejaron y tejieron un lazo artístico indisoluble.
Declaró Chany Suárez en 2005: “En esta música, la alternativa, que yo no diría olvidada, porque hay una franja de público que le gusta este tipo de música y busca y tiene que buscarla mucho para encontrarla, porque no se la ofrecen por los canales difusores; decía, esta música, no tiene espacio. Está a la vista de que hay muy pocas plataformas de difusión, incluso, para los artistas nuevos. Con el folklore, en un momento, pareció que se iba a dar una apertura grande, pero yo creo que fue limitada, sólo para uno o dos artistas a los que le dieron una cabida comercial importante. La música alternativa, de proyección, no tiene prácticamente difusión, entonces vos no llegás al público con tu producto, y los artistas con propuestas distintas a la que maneja el mercado, estamos muy marginados.”
Marcelo Simón dijo algo muy bonito sobre esta pequeña gran cantante que vienen como anillo al dedo para cerrar esta reseña: “Si no existiera Chany Suárez habría que inventarla; aunque resultaría tan arduo como inventar el vino, el pan caliente, la lluvia del verano o la mirada de los enamorados.”
Chany Suárez, con una interpretación exquisita, volvió a poner en valor ‘Zamba del laurel’, con letra de Armando Tejada Gómez y música del Cuchi Leguizamón.
Nacido en Mendoza, Tejada Gómez fue poeta, letrista, escritor y locutor. Creó las letras de ‘Canción con todos’ y ‘Fuego en Animaná’ entre otras gloriosas páginas argentinas. Con Manuel Matus escribieron canciones para que Mercedes Sosa las interprete. En 1962 la Negra grabó su primer álbum, “La voz de la zafra”, con ocho canciones de Matus-Tejada Gómez. El trío pasaría a formar parte del Movimiento del Nuevo Cancionero, renovando el folklore argentino en la década del 60.
Con respecto a la ‘Zamba del laurel’, contó Gloriana, una de las hijas de Armando Tejada Gómez, sobre su origen: “La anécdota de la ‘Zamba del Laurel’ comienza con una pregunta de mi hermana Paula, en uno de nuestros viajes que le preguntó: ¿Si el verde no se llamara verde cómo se llamaría? Y él contestó: “Si lo verde tuviera otro nombre, debería llamarse rocío...” Y se transformó en una zamba bellísima y antológica, referenciada en mis ojos que son de ese color. Es un bello poema de amor para las dos. Todo lo que vivía mi papá y lo conmovía se transformaba en poema.”
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