3 de mayo de 2020
Me presento. Me llamo Jorge, pero me dicen “El Chipi”, y en estos tiempos de Covid-19 me llaman más por mi aspecto que por mi real apellido. Así que en el barrio soy El Chipi Barbijo, elemento que uso desde antes que el intendente Pisano lo hiciera obligatorio en Bolívar. Y vivo en el Barrio La Portada, allá en la esquina norte de la ciudad, si escribo en el Diario, más vale que tengo que estar en La Portada, o cerca.
Tengo una vecina, doña Vicenta, que es de este caserío con la que mejor me llevo. Debe andar por los setenta y pico
Vicenta, como la Oma de Pipo Cupertino, más o menos, bah, esa debe tener más, porque Pipo hace muuuuucho que la canta.
El otro día tuvimos un inconveniente acá en el barrio, que al estar tan alejado de la planta urbana, no tiene el servicio de cloacas, todavía no llegó, entonces dos por tres, cuando se llena el pozo, hay que recurrir al atmosférico. Resulta que el pozo de Vicenta rebalsó, y empezaron los problemas.
-Decime Chipi –me encaró la Doña-, el camión atmosférico, ¿puede andar en tiempos de cuarentena y restricciones?
Me dejó pensando. Ocurre que los cráneos que todo lo planean por estos días para liberar y cerrar de acuerdo a ciertos parámetros, olvidaron algunos detalles, uno es el atmosférico, que no figura habilitado ni esencial en ningún lado.
-Claro, como a ellos no se les rebalsa el pozo porque seguro tienen cloacas –me tiró Vicenta-.
Seguramente ella pensará que en mis viajes al centro a trabajar puedo cruzar a algún funcionario y plantearle este problema. Lo que no sabe la Doña es que a veces te escuchan, algunos, y otros hacen como que te escuchan. Hay varios de esos.
Pero mi vecina está muy informada de todo, y sabe, además, que el problema del atmosférico no lo tenemos nosotros acá en la punta de la ciudad.
-Viste que en Urdampilleta tampoco tienen cloacas –me recuerda-, allá tener un camión atmosférico debe ser negocio, no como acá, que hay muchas cloacas, cada vez más, viste que el Bali hizo muchas obras –agrega en tono casi militante del hoy diputado nacional-.
Le recuerdo que las cloacas datan de más tiempo atrás, que buena parte de ellas se hicieron en tiempos del comisionado Félix Bereciartúa entre 1976 y 1982, y que también los intendentes de la democracia hicieron bastante al respecto antes que Bucca, Simón sobre todo.
-Pero insisto con Urdampilleta, cuando pase la pandemia por ahí saco uno de esos créditos de Anses y nos ponemos un emprendimiento allá. Te animás a manejarme el camión? –me pregunta-.
Vuelvo a interrumpirla para decirle que las cloacas de Urdampilleta son más difíciles de hacer que estornudar sin cerrar los ojos. Y le agrego que en los últimos 4 años ya se las prometieron dos veces, primero el gobierno nacional a través de Juan Carlos Morán y después Bali Bucca, en la única sesión del Concejo Deliberante que se hizo en la historia de la localidad, la cual cerró con un discurso desafiante diciendo lo mucho que había gestionado por las cloacas de la localidad y que él iba a ser quien las hiciera.
-Pero pará –me frena la Doña-, ¿les hicieron las cloacas al final?
Le aclaro que no, y ella vuelve a mostrar su faceta balibuquista.
-Qué raro, mirá que este chico Bucca hizo muchas obras.
Me vengo al centro a trabajar, y a la nochecita, cuando vuelvo, otra vez doña Vicenta en la vereda, como esperándome.
-Chipi, el atmosférico me contestó el mensaje, me dice que no está autorizado a trabajar, ¿qué hago con el pozo?
Qué contestar ante esa situación cuando ya anochece. No supe qué decirle.
-¿Vos no te irías de una escapadita en la moto a ver si alguien de la Municipalidad te dice si lo pueden autorizar? –me pregunta-.
Hice casi cuatro kilómetros desde el centro hasta casa (vivo en La Portada, les recuerdo), y pego la vuelta. No sin antes escuchar a mi vecina gritar al irme.
-Viste que desde que entró el Bali en 2011 la Municipalidad está abierta todo el día.
No me iba a quedar a explicarle, iba a perder más tiempo. Traté de encontrar a alguien que pudiera darme una respuesta sobre el trabajo del camión atmosférico; pero nada. En tiempos en que los recolectores de residuos son esenciales y los abogados y contadores no –unos pueden trabajar y los otros deben hacer cuarentena-, pocos pensaron en el camión atmosférico y su utilidad, en una clara muestra de que las decisiones se toman pensando en las comodidades de uno y no del otro, o en las necesidades propias y no de los demás.
No sé qué le diré a Vicenta cuando vuelva, lo voy a pensar en el camino. Por lo pronto me sale decirle que cuando lo vea al Bali, le pregunte para cuándo las cloacas de La Portada.
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FEDERAL A
Con este resultado, el conjunto mendocino igualó al equipo bolivarense en la cima de la tabla de posiciones de la Zona 2.