Información General. Apostillas que se van juntando en las PASO bolivarenses

JUSTO HOY

A José Gabriel Erreca le dejó de funcionar su teléfono celular ¡a las 8 de la mañana! Si algo necesita un precandidato a intendente apenas comienza el comicio es, precisamente, que le funcione bien su celular. Sonó como una mala premonición; pero rápidamente todo se resolvió. Alguien que entiende un poco más de tecnología que el escribano seguramente se ocupó del tema y volvió la calma.

ERRECA EMPEZO PERDIENDO PERO EMPATO RAPIDO

José Gabriel Erreca comenzó perdiendo las PASO. Es que en la Escuela Nro 2, en la Mesa 48, votaron todos los Morán casi juntos. Son unos cuantos y, por supuesto, todos son votos cantados. Sin embargo, al mediodía llegó la revancha. En la Escuela 6 votan, históricamente, todos los Erreca, que son un malón. Hasta aquí, empate. Ahora viene lo lindo.

FOTOS DE FAMILIA

Sin dudas que las elecciones son un momento para vivir en familia, para el mediodía en la casa de los viejos comiendo todos juntos y para la tardecita palpitando los resultados. Los candidatos no son ajenos a ese espíritu familiar y, quizás por eso mismo, se repitieron algunas fotos de familia. Los Bucca todos juntos, los Morán votando en patota, el intendente Pisano llegando al comicio junto a su esposa, su hijo y su padre, los Erreca (lo dijimos) agolpándose en la Escuela 6.

VENDEDORES AMBULANTES

El presidente de la Rural, Fernando Alzueta, tiene a su cargo según parece, alimentar a los fiscales de la corriente de Erreca. Lo vimos con una caja llena de sándwich que prolijamente iba repartiendo mesa por mesa. En eso se cruzó Bali Bucca y Fernando le ofreció su mercancía. Más  tarde, junto a Claudio Carretero, se sentaron a la puerta de ingreso del ex Colegio Nacional, cansados de la actividad. Parecían vendedores ambulantes.

PONIENDO EL HOMBRO

La vimos a María Emilia Palomino ingresar a la Escuela Nro. 9 llevando del brazo a una señora con visibles dificultades para caminar. La precandidata a diputada provincial la descubrió y, rápidamente, se le activó el espíritu solidario. La acompañó, pidió que le acerquen la urna y luego sí, emitió su sufragio.

UNO QUE ESTABA ENOJADO

Vimos muy enojado a un fiscal general que debió hacerse cargo de la presidencia de una mesa. Faltaron las autoridades sin aviso y alguien tenía que ocupar ese puesto. Todavía molesto, ya pasadas las 10 de la mañana, nos comentó la situación con intención de que nos hagamos eco y para que “se sancione como corresponda” a quienes no cumplen con la carga cívica. Son bravos cuando se enojan los vascos.